Tras el trasplante de corazón, Renzo Antonelli se recupera en el hospital Garrahan
El nene correntino de dos años "está bien", según contó la madre, y hay que esperar que pasen las primeras 72 horas
Luego de la extensa cirugía a la que fue sometido, Renzo Antonelli, el nene correntino de dos años nacido con una miocardiopatía, se recupera lentamente en el hospital Garrahan.
Ayer, tras esperar varios meses un corazón, fue trasplantado con éxito. Ahora, deberá pasar por un período crítico de tres días, como es habitual, para ver cómo responde su organismo.
Si bien todavía no hubo partes oficiales sobre la salud del niño, la madre, Belén Ramos, escribió anoche en Twitter: "Proceso de recuperación de 72 horas (como en todos los trasplantes). Debemos esperar su evolución. Afortunadamente, él está bien".
Además, en el grupo de Facebook donde se pedía por un corazón para el niño, Todos por Renzo Salvatore, escribieron anoche: "Renzo se mantiene estable. Eso, en medio del delicadísimo cuadro, es una victoria. Buenas noches a todos, en especial para Renzo y familia".
#Renzo proceso de recuperación de 72hs (como en todos los trasplantes). Debemos esperar su evolución. Afortunadamente, él está bien.
&? Oli Mar ? ? (@Olivia23Mar) 3 de junio de 2013
Ayer, en tanto, su padre, Haroldo Antonelli, de 27 años, explicó que Renzo deberá hacer un tratamiento de recuperación de un año, en el cual no podrá alejarse más de diez cuadras del hospital. No obstante, se espera que en uno o dos meses salga de la internación, siempre que no haya complicaciones.
Ayer al mediodía, después de doce horas de operación, terminó el trasplante de corazón de Renzo Salvatore, quien hacía nueve meses estaba en el primer puesto de la lista de espera nacional por un corazón en el Incucai, y que hacía siete vivía gracias a un corazón artificial porque padecía una enfermedad cardíaca congénita.
En noviembre pasado, Renzo tuvo un accidente cerebrovascular (ACV) que le disminuyó la visión y la audición del lado del cuerpo afectado. Pudo recuperarse con rehabilitación, aunque hizo aún más necesario el trasplante.
Renzo estaba viviendo en Buenos Aires con sus papás y su hermano mayor, Valentino, de seis años. En Corrientes, la mamá, de 24 años, trabajaba en un restaurante y el papá reparaba equipos electrónicos.