Tránsito porteño / Demoras y quejas. Trasladarse por la ciudad fue un caos
Hubo un gran embotellamiento en el Centro y en las salidas de la ciudad por cortes y marchas; servicio reducido de los subtes
El paro convocado por los delegados del subte provocó ayer demoras, aunque no la cancelación del servicio, por lo que muchos usuarios optaron por venir al Centro en sus autos. Los colectivos sufrieron una sobredemanda y, así, circular por la ciudad se convirtió en una pesadilla. La situación se complicó por la tarde debido a la realización de varias marchas y cortes de calles céntricas, lo cual generó demoras y no menos quejas de los usuarios.
El malhumor, la indignación y la impaciencia se pudo observar en la mayoría de los usuarios de las seis líneas de subtes, a medida que llegaban a las estaciones y los trenes tardaban en llegar. De cualquier manera, según informó la empresa Metrovías, el cronograma de emergencia instrumentado por la concesionaria -con personal jerárquico y los trabajadores que no adhirieron al paro- logró asegurar frecuencias entre los 7 y los 13 minutos promedio en todas las líneas, con excepción del Premetro.
La medida de fuerza fue organizada por los delegados del subte en contra de la elecciones convocadas por la Unión Tranviarios Automotor, liderada por Roberto Fernández, por los cambios introducidos en el sistema de representación. El Ministerio de Trabajo había intercedido en el conflicto gremial y fallado que no existían irregularidades en el proceso.
Los mismos delegados que impulsaron la huelga protagonizaron ayer algunos desmanes. A las 6, se registraron incidentes en algunas estaciones, como la terminal Constitución de la línea C y la de Federico Lacroze, en la B, donde se enfrentaron los grupos sindicales en pugna. Luego, a las 8, volvió a funcionar el servicio.
Un delegado de base contrario a la UTA, Claudio Della Carbonara, se atrincheró en la cabina del motorman de una formación para impedir que empleados de más jerarquía la hicieran correr y denunció haber sido agredido por "una patota" de la UTA.
Cientos de policías custodiaron a los empleados jerárquicos y vigilaron las estaciones durante toda la jornada. Inclusive, en una actitud inusual, los uniformados despejaron vías que habían sido bloqueadas por el sector en huelga.
El día anterior, el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, había advertido que el gobierno acudiría a las fuerzas de seguridad para asegurar la prestación del servicio.
"Un paro lamentable"
Hasta el titular de la CGT, Hugo Moyano, intervino ayer en contra de los delegados que impulsaron la huelga. Calificó de "lamentable" el paro que efectuó el personal de subterráneos y consideró que no se trataba de una medida democrática.
"Cuando se pone en vigencia la democracia para votar y elegir autoridades gremiales, un sector reacciona de esta manera que es muy pero muy lamentable", agregó Moyano, luego de participar de un acto en la residencia presidencial de Olivos.
El líder camionero es aliado de Roberto Fernández, de UTA, en la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte.
Por su parte, la viceministra de Trabajo, Noemí Rial, aseguró ayer que el conflicto que motivó el paro de actividades en los subtes era "una lucha intrasindical" y planteó que "el ejercicio del derecho a huelga no es para estas cosas". Rial señaló: "Acá no hay reclamos de derechos laborales ni salariales y están perjudicando gravemente a casi un millón de personas que todos los días utilizan el subte".
Pero no sólo los trastornos en el subte, y la consecuente ingreso ampliado de autos en la ciudad, fueron causa del caos de tránsito que, desde temprano y la hora de regreso a casa incluida, caracterizó a las calles porteñas.
Varios cortes de tránsito y movilizaciones ocuparon las calles porteñas y algunos accesos a la Capital, y dejaron a los automovilistas sin escapatoria. Al mediodía, hubo un corte total quema de neumáticos en la autopista 9 de Julio sur; en tanto, un grupo de docentes porteños se manifestaba desde las 11, en Esmeralda 55, mientras que artesanos y artistas se movilizaron hacia el Congreso Nacional.
A partir, fueron las columnas de la marcha hacia Plaza de Mayo convocada bajo el lema "El hambre es un crimen" (ver aparte) las que bloquearon varias arterias centrales.
Usuarios enojados
"No me parece justo que reclamen de esta forma. Todos los días utilizo la línea de subte C para ir a trabajar desde Adrogué hasta el barrio de Retiro. Tras que los viernes siempre resultan caóticos, ahora le sumamos este paro."
ADRIANA ALTAMIRANO
Lic. en Administracion de Empresas
"Trato de tomarme este conflicto lo mejor posible. Espero que mi patrona sepa comprender la tardanza. En realidad, todos los días hay problemas con los subterráneos. Los pasajeros viajamos muy mal."
ROSA GUECHUMAN
Empleada doméstica
"En este país ya no me sorprenden las huelgas. Me parece correcta la protesta. Aunque también sería bueno que mejoren las frecuencias y que, ante la multitud que viaja en forma habitual, se incorporen también coches nuevos para mejorar la calidad del servicio."