Tres familias festejarán una Navidad diferente
Cuando faltan poco más de 24 horas para la Nochebuena, las familias Zabaleta, Nievas y Lastra tendrán un doble motivo para festejar a la hora de brindar. Sus hijas recibieron hace pocos días un exitoso trasplante de hígado en la Fundación Favaloro.
Carla Ayelén Zabaleta tiene un año y dos meses. Como consecuencia de una malformación de los conductos biliares recibió una parte del hígado de su madre el 11 de diciembre último y ayer fue dada de alta.
"Ella nació sin problemas. A los dos meses le detectaron el problema y la única solución era el trasplante. Había que esperar a que llegara a los 5 kilos, porque con lo que pesaba la operación no era posible. Como nosotros podíamos ser donantes, decidimos con mi marido que yo lo donara. Ni lo pensé. Yo por mis hijos (tiene dos más) hago cualquier cosa", explicó emocionada a La Nación Paola Zabaleta, madre de Carla Ayelén.
Oscar Andriani, otro de los médicos que junto a Federico Villamil integra el equipo que dirige Podestá, explicó de qué manera se buscan los donantes.
"Se buscan familiares de hasta un cuarto grado de parentesco. La operación se hace en forma simultánea en dos quirófanos. Una parte pequeña del órgano se trasplanta de acuerdo con la edad y el peso de la persona", señaló Andriani.
El caso de Evelyn Georgina Nievas, que tiene 1 año y 3 meses, tuvo ribetes dramáticos. Esta beba recibió, el 18 de noviembre último, el hígado de un joven fallecido de 23 años.
El problema de Nievas empezó con una hepatitis A, que luego se transformó en una hepatitis fulminante. Debido a la urgencia de la situación enseguida recibió el trasplante de hígado. Cuando todo parecía que iba a salir bien, a los 10 días contrajo varicela y tuvo que ser derivada al hospital Gutiérrez.Hoy recibió el alta médica y regresó a su casa.
"Fueron 12 horas de operación. Todo iba bien hasta que se enfermó de varicela. Por suerte evolucionó bárbaro. Hoy está muy bien. Le agradezco a Dios porque Evelyn está con nosotros", relató Nancy Quevedo, madre de la beba.
La última paciente en ser trasplantada fue Sabrina Lastra, de 9 años. Ella recibió una parte del hígado de su padre el viernes último. Tenía una hepatitis autoinmune que se convirtió en cirrosis hepática. A pesar de someterse a un tratamiento a base de esteroides, su hígado se deterioró y lo único que quedaba por hacer era el trasplante.
Luis Lastra, padre de Sabrina, relató a La Nación :"Decidimos con mi esposa quién de los dos donaba el órgano, porque no podía esperar. La gente debe perder el miedo a donar los órganos. Teníamos más de dos años de espera para recibir un donante, por eso tomé la decisión", finalizó.
En tanto, su mujer no podía contener su emoción por la recuperación de su hija. "Fue el mejor regalo de Navidad que tuve", expresó Ema Pajón, madre de Sabrina.
En la Fundación Favaloro se realizaron este año 45 trasplantes de hígado. "Estamos muy bien considerados en comparación con otros países. Ya llevamos realizados más de 100 trasplantes y la cifra tiende a crecer", dijo orgulloso Luis Podestá, director de la unidad de Hígado.
lanacionar