Triple homicidio en Florencio Varela
LA PLATA.- Para la policía fue el resultado de la ola de pánico que invade a la población por estos días: tres hombres fueron asesinados ayer a tiros, cuando un sujeto a quien conocían, y con el que habían mantenido una discusión, les disparó con una escopeta. La reconstrucción del hecho, sin embargo, parece estar más cerca de una reyerta entre vecinos que derivó en tragedia por culpa del alcohol y de los nervios.
El hecho ocurrió en la madrugada de ayer en la esquina de las calles Laurel y Cardenal, en una modesta barriada del poblado distrito de Florencio Varela en pleno conurbano bonaerense.
Según informaron fuentes policiales, poco después fue detenido el presunto autor del triple homicidio, al que identificaron como José Martín Moyano, de 51 años.
De acuerdo con el testimonio aportado por un testigo del episodio -cuya identidad no trascendió por cuestiones legales- todo se inició cuando José Romero, de 33 años, Esteban Morra, de 32, y el suegro de ambos, Roger Godoy, de 54, comenzaron a discutir acaloradamente y por cuestiones personales con Moyano.
El testigo, según las fuentes policiales consultadas por LA NACION, habría destacado que los cuatro individuos se habrían encontrado bajo los efectos de algunas copas de alcohol.
Aunque no trascendieron detalles de la discusión, lo cierto es que en determinado momento de los gritos se pasó a la acción. El agresor mostró una escopeta para amedrentar a Godoy y sus yernos y gatilló.
El primero en caer fue, precisamente, Godoy.
Los yernos del baleado, entonces, alcanzaron a abalanzarse contra el agresor, pero también fueron atacados a los tiros. Uno -Romero- recibió un balazo en el abdomen y el otro -Morra- una perdigonada en el tórax.
Los tres fallecieron como consecuencia de los impactos.
Las fuentes consultadas estimaron que el triple crimen podría obedecer a la ola de psicosis colectiva que invadió a la población por los saqueos de los últimos días, sobre todo en el conurbano, y en el ánimo sumamente alterado de las personas a raíz de la violencia desatada en las calles.
"Me agarró un click y empecé a disparar", alcanzó a confesar Moyano cuando llegó la policía al lugar y lo trasladó, esposado, a la comisaría segunda de la Departamental Florencio Varela.
En el lugar del triple crimen el personal actuante pudo secuestrar la escopeta 12,70, supuestamente perteneciente al homicida y las cápsulas servidas de los cartuchos utilizados.
Pero hubo otro dato. En poder de las víctimas se encontró un revólver calibre 38, cargada con dos cartuchos.
Las peritajes encargados por el fiscal actuante, ahora, habrán de determinar si esa arma de puño fue accionada, o no.