Sociedad / Crece un nuevo grupo en Facebook. Un brunch para mujeres inquietas
Jóvenes, profesionales y microemprendedoras, se reúnen cada mes en busca de contactos laborales y amistades
"¿Hay brunch el domingo? Me encantó la propuesta de Ladies . ¿Cómo se hace para participar?", preguntó Guadalupe González Menichelli, de 28 años, en el muro del grupo " Ladies Brunch ", que ya cuenta con más de 1100 fans en Facebook. Guadalupe vive en la ciudad de Buenos Aires y es leader project de tecnología de una empresa de servicios financieros. Además, junto con su madre, fabrica bolsas de tela para packaging de productos.
"Sí, Guada, pero creo que el cupo está cubierto; enviá un e-mail por las dudas... ¡Cada vez somos más!", respondió Guillermina Cristófaro, de 31 años, traductora de inglés y participante de los dos últimos brunches de marzo y abril.
En la era de las redes sociales, una vez más, Facebook da que hablar. Pero en esta ocasión, la cuestión gira alrededor de sus usos más prácticos: hacer contactos profesionales y generar nuevas amistades.
Ambos conceptos fueron el leit-motiv de Ladies Brunch , un grupo creado en Internet para un público exclusivamente femenino, que no paró de crecer en fans desde su comienzo, en septiembre de 2009.
Desde entonces, la iniciativa logró que un conjunto de mujeres desconocidas entre sí, profesionales y microemprendedoras, comenzaran a compartir una "combinación de desayuno y almuerzo", en algún restó de la ciudad de Buenos Aires.
La convocatoria es una vez por mes, se publica en Facebook y, en el último brunch , se agotaron los lugares para participar, en menos de tres horas.
"Buscamos ampliar la red de vínculos laborales, exponer proyectos y conocer gente; siempre en un lugar diferente y con un menú de exquisiteces que acompañe", dijo a LA NACION, Marina Ponzi, de 26 años, jefa de marketing de una página web y mentora del proyecto.
Según Marina, la idea fue "importada" desde España, donde la joven permaneció durante dos años, luego de finalizar la carrera de Comunicación en la Universidad de San Andrés.
"Es una forma de hacer networking , que descubrí por intermedio de una chica madrileña. En el exterior me ayudó mucho a hacer amigas y contactos de trabajo y sentí que acá también podía resultar", contó Marina, mientras saludaba a las más de 50 mujeres -jóvenes y no tan jóvenes-, que se acercaban al Deli & natural bar del barrio de Palermo, elegido para el brunch de mayo.
En el grupo había diseñadoras, médicas, psicoanalistas, modelos publicitarias, cosmiatras, docentes, ejecutivas de venta, de marketing, de relaciones públicas y de comercio exterior. Muchas de ellas también se presentaban como microemprendedoras de negocios, entre los que figuraban la producción y venta de viandas bajas calorías, prendas de vestir y carteras.
"Después de la reunión anterior, una de las chicas me contactó para remodelar las terrazas de su casa", dijo en su ingreso en el restó la diseñadora de interiores, de Capital, Mariana Soulages.
Las tarjetas, infaltables
"Es fundamental traer tarjetas personales, porque hay un momento en el que todas nos presentamos, contamos lo que hacemos y pueden surgir intereses comunes", agregó Victoria Anda, broker internacional de productos orgánicos y promotora de jóvenes artistas plásticos extranjeros.
En tanto, las ladies que arribaban al bar se ubicaban en las mesas reservadas para el grupo. Minutos más tarde comenzó a servirse un menú "en varios pasos", que incluyó licuados de frutas y miel, sándwiches de salmón y rúcula, omelletes con tostadas de pan casero, tablas de quesos y fiambres y variedad de minitortas dulces.
"Cada vez que vengo surgen cosas nuevas", contó Guillermina Cristófaro, en referencia a que en los últimos encuentros se habían coordinado ferias de ropa y salidas de fines de semana. La última: presenciar un torneo de polo y día de campo en Cañuelas, provincia de Buenos Aires.
"Es una propuesta interesante, muy femenina, que me ayuda a salir de la locura de todos los días", dijo Claudia Rombulá, una psicoanalista especializada en emergencias, que había llegado desde Haedo, puntual, a la cita.
Por su parte, González Menichelli se mostraba entusiasmada al final del brunch que duró casi tres horas. "Me resultó un buen lugar para contactarme con gente, con un resultado muy positivo", expresó.
La joven había logrado comercializar sus bolsas de microfibras enceradas a otra microemprendedora que fabrica -desde hace más de un año y con miras a exportar- productos cosméticos de belleza.
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