Un incendio en dos juzgados destruyó expedientes del caso Cromañón
Un cortocircuito inició el fuego en una sede del fuero contencioso administrativo federal; arrasó parte de los expedientes de las demandas de familiares y sobrevivientes contra el Estado
José Iglesias, abogado y padre de una de las 194 víctimas de la tragedia de Cromañón , que el 30 de diciembre de 2004 se transformó en la peor catástrofe por causas no naturales de la ciudad de Buenos Aires, se enteró de la mala noticia por una llamada telefónica de su colega Federico Jiménez Herrera.
Escuchó. Lo primero que sintió fue bronca y desasosiego. Otra vez la desidia y el abandono eran un cóctel explosivo que los golpeaba a él y a cientos de familiares que desde hace casi 14 años luchan por obtener justicia. Lo que le contaron era, al mismo tiempo, inconcebible e insólito: un incendio en dos juzgados donde tramitan las demandas de los deudos y de los sobrevivientes de Cromañón contra el Estado había quemado y destruido cientos de expedientes, algunos que estaban cerca del dictado de una sentencia y otros, en etapa de prueba.
"El incendio en estos juzgados es una de las tantas repeticiones de la tragedia de Cromañón. Esta fue en un ámbito simbólico fuerte: el Poder Judicial. Por eso el desasosiego, la bronca y una sensación de fracaso y de irremediabilidad. Un cóctel engrosado por la indiferencia institucional, que es insultante", dijo Iglesias a LA NACION.
El incendio se produjo, según las primeras investigaciones del hecho, por un cortocircuito el 8 de agosto pasado en los juzgados nacionales en lo Contencioso Administrativo Federal N°7 y N°11, que están en el cuarto piso de un edificio situado en Carlos Pellegrini 685, en pleno centro porteño.
"El Juzgado Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal N° 7 es el que sufrió los mayores daños. Los expedientes que no se arruinaron por el fuego se estropearon como consecuencia del agua de las mangueras que utilizaron los bomberos para lograr controlar el incendio", explicó Federico Villone, delegado general de la comisión interna del fuero por la Unión de Empleados de Justicia de la Nación (UEJN), sindicato conducido por Julio Piumato.
Villone explicó que el fuego se originó por un cortocircuito en una luminaria colocada en una pared y debido a la gran cantidad de expedientes se expandió por el cuarto piso, donde funcionan los juzgados 7 y 11.
"Son situaciones que iban a pasar de un momento al otro por el mal estado edilicio y el hacinamiento de expedientes", sostuvo el delegado del sindicato de los judiciales.
Inventario y relevamiento
Calificadas fuentes del Consejo de la Magistratura explicaron que el inventario de los expedientes judiciales que pudieron haberse quemado en los incendios de hace 50 días debe hacerlo primero el juzgado y después la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal.
"Por lo que nos comunicaron, muchos de los expedientes de los juzgados incendiados estaban concluidos. Creemos que sustancialmente no se ha afectado nada. Uno de los juzgados afectados por el siniestro ya está en funcionamiento", afirmaron las fuentes del Consejo de la Magistratura consultadas por LA NACION.
Además de las demandas de sobrevivientes y de familiares de Cromañón, en el fuero contencioso administrativo federal tramitan otros expedientes contra el Estado, como los juicios por el "corralito" financiero de 2001 y 2002, las causas conocidas como "blanqueo salarial" de las fuerzas de seguridad, demandas de empresas contratistas por falta de pago y demandas de empresas contratistas que reclaman pagos o cuestionaron procesos licitatorios por la vía de amparos o de medidas cautelares, entre otras muchas cuestiones legales.
"Es un fuero con seis juzgados vacantes, un edificio que se prende fuego y otro con problemas estructurales por falta de mantenimiento", afirmó Villone.
Muchos de los expedientes mojados cuando los bomberos apagaron el fuego del edificio de Carlos Pellegrini 685 fueron puestos a secar al sol en la terraza del inmueble. Los empleados hicieron lo que pudieron para intentar salvar el material afectado. Los primeros días, para ir a trabajar, se compraron barbijos y guantes. Los pagaron de su bolsillo.
"En el Juzgado Contencioso Administrativo Federal N° 7 se quemó el ciento por ciento de los expedientes. Las consecuencias del incendio pueden atrasar las sentencias en las causas. El atraso es indefinido pues aún no se sabe cuándo el juzgado va reabrir sus puertas", afirmó Jiménez Herrera, que junto con Iglesias encabeza 142 querellas contra el Estado por la tragedia de Cromañón.
En cambio, según la información que pudo recolectar Jiménez Herrera, se pudo recuperar la totalidad de los expedientes del Juzgado Contencioso Administrativo Federal N° 11.
Según estimaron Iglesias y Jiménez Herrera, hay 1600 demandas contra el Estado por las consecuencias trágicas de Cromañón. En promedio, tramitan 130 expedientes en cada uno de los 12 juzgados del fuero contencioso administrativo.
"Lo que pasó con el incendio, simbólicamente, es terrible para los sobrevivientes y para los familiares de las víctimas", concluyó Iglesias.
De las 142 demandas que llevan adelante Iglesias y Jiménez Herrera, 10 ya tuvieron sentencia de primera instancia y otras 20 están en vías de que se dicte el fallo.
Muchos acusados, uno solo preso
La causa penal por la tragedia de Cromañón tuvo sentencias en varias etapas. En el primer juicio, los músicos de Callejeros resultaron absueltos, pero luego la Cámara de Casación revocó el primer fallo y los sentenció por estrago culposo seguido de muerte; excepto el baterista Eduardo Vázquez -condenado por el femicidio de su pareja, Wanda Taddei-, todos los acusados quedaron libres; Omar Chabán, que había recibido la máxima pena (10 años y nueve meses de cárcel), murió el 17 de noviembre de 2014.