Un intenso tiroteo frente a una financiera conmovió a los vecinos de Vicente López
Un policía fue asesinado por un grupo de delincuentes, de los cuales tres fueron atrapados; "rezamos para que no entrase una bala", contó la empleada de un quiosco
Todos buscaron refugio bajo las mesas. A las 15 había bastantes parroquianos en el restaurante Muky, situado en la avenida Maipú 1499, en la esquina con San Martín. La tarde transcurría con normalidad hasta que en la vereda de enfrente comenzó un intenso tiroteo. Más de 15 balazos atemorizaron a los vecinos en esa muy transitada zona de Vicente López. Un automóvil había frenado en la puerta de un edificio donde funciona una financiera, presuntamente no declarada, y tras un golpe comando los delincuentes huyeron disparando sin cesar por la avenida, asesinando a su paso a un policía bonaerense que en sus horas libres hacía las veces de informal custodio del lugar. En el restaurante todo era confusión y miedo. Al menos una de las balas atravesó la puerta de vidrio del local.
"Nos tiramos todos al piso. Lo único que escuchamos fueron los disparos, la dársena del metrobús nos tapaba la imagen. Por suerte, la bala que ingresó al local no le dio nadie. Y menos mal que es época de vacaciones, porque si no hubiera habido chicos saliendo del colegio acá al lado", dijo uno de los encargados del comercio, todavía atemorizado por la situación vivida.
Según fuentes policiales, un grupo de cuatro delincuentes, dos de ellos expolicías federales, llegaron a la financiera en una camioneta Renault Duster negra. Dos de ellos descendieron a punta de pistola en busca del botín. Pero la faena no terminó como ellos esperaban. El teniente primero de la policía bonaerense Marcelo Acuña, de 48 años, que prestaba servicio en Cuerpo Seguridad Islas, estaba cerca, sentado en su vehículo. No tenía asignada esa custodia, sino que representaba para él un trabajo adicional, según reportaron superiores. En pocos segundos comenzó un enfrentamiento que terminó con su vida, en tanto los delincuentes se escaparon por la avenida Maipú sin dejar de disparar. El cuerpo de Acuña quedó tirado al lado de un árbol frente a la financiera.
A la hora del tiroteo, la avenida Maipú es muy transitada. "Escuchamos muchos tiros, creo que entre 20 y 30. Nos tiramos al piso. Éramos cinco acá en el quiosco. Había una señora grande. Tuvimos mucho miedo. Nos tiramos todas cuerpo a tierra y nos tapamos los oídos y rezamos para que no entrase ninguna bala acá", contó a LA NACION una empleada de un quiosco lindero al lugar del hecho. Y agregó: "Esta tragedia podría haber sido mucho peor. Aparte del disparo en Muky, hubo dos balazos en la dársena del metrobús. Y en esta parada siempre hay mucha gente".
Existió inteligencia previa. Además, para no llamar la atención, los integrantes de la banda criminal simularon ser clientes que iban a comprar o vender dólares en esa financiera. Es más, uno de ellos entró en el lugar vestido con un ambo celeste como el que suelen utilizar los enfermeros o camilleros. Así lo afirmó a LA NACION una calificada fuente judicial. "Una vez dentro de la financiera, el supuesto camillero o enfermero y sus cómplices sacaron sus armas y exigieron el dinero que había en el lugar", agregó el informante. El dueño de la financiera recibió un golpe con la culata de un arma y quedó herido, con un corte en la cabeza.
Después de asesinar al teniente primero Acuña, los delincuentes robaron el auto de la víctima y luego lo abandonaron a 150 metros de la escena del crimen, donde cambiaron de vehículo. Tras las detenciones de los sospechosos, la policía bonaerense secuestró tres pistolas calibre 9 milímetros. Según estimaron fuentes judiciales, la banda se llevó de la financiera no declarada al menos US$40.000 y $70.000.
Según informó la policía, tres de los sospechosos fueron detenidos por personal de la policía bonaerense cuando escapaban en la camioneta que chocó contra un móvil policial en Valle Grande y Sahores, a 500 metros de la avenida General Paz. Tras la aprensión de parte de la banda, la policía identificó a dos de ellos como exintegrantes de la Policía Federal. Se trata de Ángel Fabián Martínez, que fue dado de baja en 2012 con jerarquía de agente, y el exagente Adrián Romero, de 35 años, dado de baja en 2009. El tercer detenido fue identificado como Luis Alfredo Erreño.
"Yo vivo acá en el segundo piso. Al principio pensé que era una marcha y que estaban tirando esos 'tres tiros'. Y después, cuando no pararon, me asomé. Vi la situación y me pegué un susto terrible. Podría haber sido un desastre, aunque fue una tragedia por la muerte de ese hombre", comentó otra vecina.
"Justo estaba pasando por la esquina y escuché los tiros. Corrí y me metí dentro de un negocio. No lo podía creer. Es terrible el mundo que estamos viviendo. Si me adelantaba un poco más, estaba justo pasando por la puerta en el momento del tiroteo", dijo Estela, todavía en estado de shock.
La rutina de las balas, Por Daniel Gallo
Pocos días atrás murió una pasajera en un colectivo. ¿Cómo podía esperar que un delincuente la usase allí de escudo para intentar escaparse de la policía? Una nena murió porque alguien festejaba Navidad con disparos. Dos jóvenes fueron baleados en un boliche. Ayer, los vecinos de Vicente López tenían un día normal, unos cuantos estaban en un restaurante cuando los sorprendió el tiroteo. Otros esperaban colectivos en la parada del metrobús cuando de casualidad no fueron alcanzados por las balas que mataron a un policía. La vida cotidiana parece cada vez más amenazada por la presencia constante de armas en las calles. Ese es el problema.
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