Un niño baleado en la cabeza debió esperar la ambulancia casi siete horas
El titular de la Red Solidaria Juan Carr relató a lanacion.com la dramática situación del chico de tres años que fue trasladado de urgencia al Garrahan tras recibir un disparo en un confuso episodio; tras la polémica por el operativo para socorrer al pequeño, desplazaron al equipo de emergencias; antecedentes
Tras casi siete horas de espera por la falta de un móvil de unidad de cuidados intensivos, trasladaron al Hospital Garrahan esta mañana a un niño de 3 años herido de gravedad al recibir un balazo en la cabeza en un confuso episodio.
Fuentes de ese centro de salud, ubicado en Parque Patricios, informaron que "al llegar el paciente se le practicó una tomografía computada para ubicar el lugar exacto donde se encontraba el proyectil y, con el resultado, analizar la posibilidad de su extracción".
El hecho ocurrió cerca de la 1 en una casa de la calle Tucumán al 1300, casi esquina Laprida, en la localidad de Ingeniero Budge, donde el menor fue baleado cuando aparentemente su tío manipulaba un arma.
Un jefe policial precisó a la agencia DyN que el episodio se registró en el momento en el que Cristian Calapeña, de 18 años, conversaba con un amigo, de 16, frente a la casa de su familia.
"El adolescente -agregó la fuente- extrajo de entre sus ropas un revólver y cuando se lo mostraba a su amigo se disparó accidentalmente".
El proyectil ingresó a través de una ventana e impactó en la frente del pequeño que, tras ser asistido en el Hospital Pediátrico Alende, fue trasladado al Garrahan de la Capital Federal en delicado estado de salud.
Polémica. El operativo montado y la extensa tardanza en la llegada de la ambulancia sembraron desde temprano algunas dudas.
El titular de la Red Solidaria Juan Carr señaló a lanacion.com que a las 4.05 recibió un llamado de la familia para ver si existía la posibilidad de conseguir una ambulancia de cuidados intensivos para trasladar al menor que se encontraba internado en un hospital que carecía de este tipo de unidades.
"No había ambulancia para llevar a mi nieto al hospital para que lo atiendan. Todos estamos desesperados porque está muy grave", dijo Juana Salto, la abuela del pequeño.
Más tarde, Carr recibió la noticia de que había aparecido la ambulancia para llevar al niño, que vive con su abuela porque no tiene padres, al Garrahan, donde será operado con el objetivo de extraerle la bala.
Desde que se registró el accidente hasta el momento en que se dispuso de la unidad pasaron casi siete horas.
Al ser consultado sobre las razones que provocaron tantas horas de espera, el director de emergencias sanitarias Adrián Tarditti advirtió que "recién a las 6 de la mañana" tomó conocimiento del hecho.
Tras la polémica desatada por la demora, el ministerio de Salud bonaerense realizó un sumario para investigar las responsabilidades. Luego de corroborar errores en el procedimiento separó de sus funciones a los miembros del equipo de emergencia que actuaron en el caso.
No es la primera vez que la tardanza de ambulancias para socorrer a víctimas de accidentes es centro de la escena. Es en esos casos en los que los gestos de solidaridad de los vecinos se hacen sentir.