Son bienes del Estado. Un nueva gestión para las tierras ferroviarias
De Vido designó a Juan Pablo Schiavi
Con el apoyo del ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, el gobierno nacional designó ayer a los presidentes de la Administración de Infraestructuras Ferroviarias y de la Operadora Ferroviaria, creadas por la ley de reordenamiento ferroviario promulgada el 25 de marzo pasado.
Mediante el decreto 631 publicado ayer en el Boletín Oficial, fue designado al frente de la Administración de Infraestructuras Ferroviarias Juan Pablo Schiavi, quien fue subsecretario de Obras y Servicios Públicos durante la gestión porteña de Carlos Grosso, jefe de campaña de Mauricio Macri, en 2003, y ministro de Planeamiento y Obras Públicas en el gobierno de Jorge Telerman.
Fue en este último destino donde tejió buenas relaciones con De Vido. En tanto, el diputado nacional por la provincia de Salta Marcelo López Arias fue designado a cargo de la Operadora Ferroviaria, por medio del decreto 630, también publicado ayer.
A pesar de que el reordenamiento ferroviario fue criticado por varios sectores de la sociedad civil por la poca participación ciudadana que tendrán estos organismos, la norma fue sancionada de todos modos por el oficialismo.
De Vido señaló el año pasado que "no se trata de impulsar una estatización del sistema" y que las concesiones privadas continuarán "en tanto y en cuanto cumplan con los servicios correspondientes".
Asimismo, el Gobierno ratificó la vigencia del actual sistema de subsidios estatales para "mantener una tarifa popular".
La llegada de Schiavi es bien vista por las autoridades porteñas. Es que el nuevo funcionario tendrá en sus manos las tierras del ferrocarril que hoy están ocupadas por asentamientos o que están inutilizadas.
Villa 31
Un caso, por ejemplo, es el de las villas 31 y 31 bis de Retiro, aunque aquí entran otros actores en juego, dueños de terrenos linderos.
Esas tierras forman parte de los puntos que la ciudad y la Nación deben negociar y acordar. Otro ejemplo es la continuación de la Autopista Illia. En la obra intervienen el gobierno nacional, la ciudad, el Onabe y Aeropuertos Argentina 2000. Hay que correr una parrilla ferroviaria, hacer un túnel por debajo de la pista del Aeroparque y sólo después lograr que la Autopista Illia siga paralela a Lugones. La obra, que muestra notorios retrasos, está calculada en 170 millones de dólares. Curiosamente, la última obra que lanzó Schiavi en la ciudad es el túnel que pasa bajo la avenida Sarmiento, parte de esa reforma.
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