Una modalidad conocida, pero nunca en tal número
La toma de rehenes de automovilistas a los que, mientras son retenidos, se los obliga a realizar extracciones bancarias en cajeros automáticos o a dar la clave de sus tarjetas para tal fin es una modalidad delictiva muy extendida en los últimos tiempos, tanto en esta ciudad como en el Gran Buenos Aires.
Sin embargo, pocas veces ocurre que una sola banda encadene este tipo de episodios sin liberar sucesivamente a los rehenes de cada golpe antes de consumar el siguiente.
Un veterano investigador policial dijo que una de las ventajas con las que contó el grupo criminal que anteayer robó tres autos y mantuvo como rehenes a seis personas fue la de haber comenzado el golpe en la jurisdicción de la policía bonaerense y haberlo concluido dentro de la Capital, vigilada por la Federal.
"Seguramente fueron hacia la Capital por la Panamericana y bajaron por General Paz hasta Libertador o Lugones. Así, seguramente nadie pudo haber advertido nada extraño en la circulación a alta velocidad de dos autos. Luego, ya en Núñez, consumaron dos golpes a muy pocas cuadras uno de otro, se deshicieron de los autos robados y liberaron a los rehenes antes de volver para la provincia. Así evitaron que cualquiera de las víctimas pudiera avisar a la policía antes de consumar el raid", precisó el detective, que confesó que rara vez se ven golpes de esta envergadura.
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