Una nena de 11 años evitó una entradera en Quilmes
La menor llamó primero al 911 y después a su madre para alertar sobre el ingreso de ladrones en su casa
María Belén, una nena de 11 años se convirtió en una inesperada heroína tras impedir que tres delincuentes robasen en su casa, ubicada en la localidad de Quilmes , en la zona sur del conurbano. La menor frustró una entradera al llamar al 911 cuando escuchó que los ladrones forzaron la puerta. Los investigadores sospechan que el exnovio de la madre envió a los tres hombres, uno de ellos es menor de edad, que fueron detenidos en ese domicilio.
El hecho ocurrió anteayer al mediodía en la vivienda ubicada en la calle Vélez Sarsfield al 100. La madre, Evangelina Ramírez de 37 años, había salido para avisar en el colegio que la hija se encontraba enferma y que por esa causa no asistiría a clase.
A los pocos minutos, según relató Ramírez, sonó su teléfono con mensaje que decía: "Mami, volvé que están entrando tres chorros". La nena se alertó cuando escuchó que los ladrones forzaron la puerta de la casa. Sin entrar en pánico tomó el celular, y antes de avisarle a la madre, marcó el 911 y denunció lo que pasaba a los operadores del sistema de emergencia policial.
Al ingresar en la vivienda, los delincuentes comenzaron a revisar el lugar en busca de dinero y otros objetos de valor, mientras, María Belén se mantenía escondida dentro de un cuarto.
El menor de los ladrones, identificado como Jorge, de 15 años, observó entonces a la niña de 1 1 años y la atrapó. Para tranquilizarla le dijo que no le iba a pasar nada, pero que le indicase dónde su familia guardaba dinero y las llaves del automóvil.
En pleno robo, tres móviles de la policía bonaerense llegaron al domicilio. Los ladrones escucharon las sirenas e intentaron escaparse. Los tres delincuentes corrieron hacia el fondo de la casa. Treparon el paredón y lograron pasar a la casa del vecino, pero fueron reducidos por los efectivos.
Uno de los delincuentes, que habría sido identificado como Gabriel Sosa, de 26 años, portaba la barreta utilizada para forzar la puerta. El otro, que sería Nicolás Pintos, de 18 años, llevaba un bolso con las pertenencias de la familia. Los dos tienen antecedentes penales. Tras el procedimiento, Ramírez declaró que "sospecha" de que los imputados fueron enviados por su expareja. Ramírez realizó varias denuncias contra él, por violencia de género y amenazas. Dijo, además, que uno de los ladrones le confesó a su hija que venían "por encargo de su exnovio", que figuraría en el expediente como Sebastián Castro, según dijeron a LA NACION fuentes vinculadas a la investigación.
Los tres ladrones quedaron a cargo de la fiscalía de responsabilidad penal y juvenil a cargo de María Bottoso y la investigación continúa bajo la hipótesis de un robo por encargo.