Una rutina de hurtos copó el Obelisco
Las avenidas 9 de Julio y Corrientes son de las más transitadas por los residentes y turistas. Ese lugar funciona como el centro neurálgico, con el Obelisco como una postal, los teatros y las librerías ya dentro del ADN porteño. Esas emblemáticas calles integran el barrio de San Nicolás, la zona con mayor tasa de robos (886 cada 10.000 habitantes) en la ciudad de Buenos Aires. Según el mapa del delito, se denunciaron allí 2594 robos, con un último trimestre que registró violencia en 272 de esos casos.
"Todos los días veo los arrebatos. Y algún que otro motochorro. El problema es de noche, cuando todos salen de los teatros y aprovechan ese movimiento las bandas que andan dando vueltas", contó Sergio, que tiene un puesto de libros sobre la avenida Corrientes.
"De día hay policía, pero es complicado. Yo me tuve que agarrar varias veces con estas bandas que caminan por acá", dijo y mostró un palo negro y un rociador de gas pimienta. "Con este bastón les pegué a varios y también me defendí con el gas pimienta. Me tengo que proteger solo", relató.
En el Ministerio de Justicia y Seguridad, informaron que, en los próximos días, a partir de la ola de robos con violencia que se sucedieron el año pasado, se abrirá un centro de monitoreo para observar las 400 cámaras de seguridad instaladas en esa zona. Además, como primera medida, se creará la División Avenida Céntrica, que contará con 115 efectivos policiales dedicados a reforzar el patrullaje de esas calles. Otros 800 serán parte de un escuadrón especial antimotochorros en toda la ciudad.
"Ahora pusieron unos domos allá. Hay menos pungas, pero la verdad es que ahora el tema no es el robo a los autos, sino a peatones", comentó Rubén, un vendedor callejero que trabaja hace 15 años sobre la avenida 9 de Julio. Parado a pocos metros del Teatro Colón, Rubén contó que "los robos siguen pasando". Y agregó: "Acá a los ladrones los corremos nosotros porque nos complican el trabajo. Ayer le tuve que ir a decir a la policía que había una banda de cuatro pibes dando vueltas y los corrieron. Aunque siempre vuelven, son bandas tipo pirañas que aprovechan los cambios de turnos de policías".
Quienes están todo el día en la zona se familiarizaron con el movimiento de los ladrones. "Sí, hay muchos robos. Muchos pibes que andan en bandas de a cuatro, cinco y afanan en el subte. Hay que estar atento. Día por medio se escucha sobre un robo", relató Hernán, de 32 años, que atiende un quiosco de diarios sobre la avenida Corrientes.
"Hay arrebatadores que andan sábado y domingo cuando los policías no están. Aunque la verdad es que todos los días hay robos", dijo Javier, de 27 años, que atiende otro quiosco a pocos metros del Obelisco.
Alberto, de 50 años, trabaja en un puesto de revistas hace 12 años, contó su experiencia: "A mitad del año pasado se empezó a ver un poco más de seguridad, pero la verdad es que todos los días pasa algo. Y lo peor es que lo naturalizamos. De repente escucho un grito y ya supongo que fue un robo y sigo como si nada hubiera pasado".