Versiones frente a la estancia
Cambio: Salliqueló alteró su ritmo con la llegada de medios de todo el mundo; se suman rumores sobre el destino de la herencia.
Hombres de prensa de todo el mundo llegaron a Salliqueló para cubrir las exequias de Susan Barrantes y descubrir alguna historia todavía no contada.
Pero entre los moradores de la zona, Susan Barrantes era una persona muy querida y son pocos los que se atreven a hablar por la sensación de quebrar un tácito pacto de respeto.
Los pocos que se atrevieron hicieron mención a la disminución de la fortuna de Barrantes, versión que fue desmentida por aquellos que aseguraron que la señora era una de las pocas personas que lograba juntar una cuadrilla de petisos en pocos días y enviarla al país que quisiera.
Hubo periodistas que ayer intentaron todo por conseguir la exclusiva. Desde tratar de alquilar un avión hasta ingresar en la propiedad, pero esto último fue impedido por la policía.
El pueblo, sin paz
Habituado a la vida tranquila, el ritmo de Salliqueló se vio alterado. Llegaron camionetas con antenas parabólicas en el techo, cámaras de última generación y hubo transmisiones en vivo con una pared del casco de El Pucará como único telón de fondo.
De ahí que las versiones hayan circulado durante todo el día, especialmente aquellas que hablaban de las actividades de las hijas de Barrantes en los próximos días.
Jane, decían los vecinos, debe partir pronto hacia Australia, donde vive. Sarah, en cambio, se quedaría al menos tres días para encargarse de los papeles de su madre.
Pero la avioneta Cessna estacionada en el aeroclub de esta ciudad no hizo más que alimentar versiones: "Si el avión aún está acá es porque la duquesa piensa partir dentro de pocas horas", se especuló en la tranquera de la estancia.
Nadie quiso hablar del tema, ni los familiares ni la embajada británica, que tiene a su cargo la custodia de la ex nuera de la reina Isabel II. Ayer se decía que la herencia de Barrantes sería manejada por los hermanos de Héctor, el polista que logró traer a Susan desde tierras tan lejanas.
lanacionar