Ya reunieron 3 toneladas de pilas usadas
El gobierno porteño se hará cargo de su destino final; los fabricantes deberán hacerse cargo de sus productos
Las pilas y baterías usadas generan desde hace años grandes interrogantes cuando se piensa sobre su destino final. Y fue, justamente, la pregunta "¿Qué hago con las pilas usadas?" la que generó que la Agencia de Protección Ambiental porteña lanzara una campaña para recolectar el material que algunas personas juntaron con paciencia durante mucho tiempo.
Y los resultados son alentadores, si se los toma como un primer paso: sólo en 90 días se juntaron tres toneladas de pilas y baterías (unas 50.000 unidades) que los vecinos llevaron a los Centros de Gestión y Participación Comunal.
"Mientras esperamos que salga la ley nacional sobre el destino final de pilas y baterías, la ciudad se decidió a tratar de reducir la cantidad de pilas que llegan a los rellenos sanitarios. Pero el objetivo que se persigue es que la responsabilidad sobre el destino sea del propio productor", sostuvo Graciela Gerola, presidenta de la Agencia.
En la dependencia oficial explicaron que desde 2006 las pilas no recargables que ingresan al país, cuya calidad debe ser certificada por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), pueden tirarse a la basura como cualquier otro residuo.
"Durante muchos años existió mucha desinformación. La tecnología de pilas y baterías fue migrando y hoy la gente cree que todas las pilas y baterías contaminan por igual. Sin embargo, las pilas que ingresan al país desde 2006 tienen en cantidades ínfimas los principales tóxicos, como mercurio, cadmio y plomo. Y pueden, tranquilamente, disponerse en los rellenos sanitarios. La campaña de recolección apunta a que la gente traiga las pilas que tiene guardadas hace muchos años y cuya composición puede tener un impacto ambiental", detalló Magalí Cutina, de la Agencia.
Análisis
El mes pasado el gobierno porteño firmó un acuerdo con la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires para analizar todo el material recolectado.
"Esto permitirá conocer en detalle qué tipo de pilas y baterías se recibieron durante el programa y cuáles son sus principales componentes. Del destino final se hará cargo, por única vez, el gobierno para asegurarnos de que no quede material peligroso guardado. La campaña de concientización seguirá durante todo el año", agregó Gerola.
Con las pilas y baterías recargables la situación es distinta. En octubre pasado se dictó una resolución por la cual las empresas deberán recibir todo el material ya utilizado con planes de gestión que deben instrumentar desde este año.
Las empresas Sony, Hewlett Packard y Probattery ya cuentan con sus propios sistemas de recolección y gestión de sus residuos. Estos fabricantes colocaron por lo menos diez puntos de recepción de baterías y pilas recargables, donde recibirán los productos agotados de su marca.
Rayovac, Lenovo, Dell, Nextel, Canon, Nokia, Kodak, Energizer, IBM y Duracell han presentado planes que recibieron la aprobación de la Agencia y se instrumentarán en los próximos meses, según informaron en la dependencia oficial.
"Este es un primer paso. Creemos que dentro de seis meses los productores serán quienes reciban pilas o baterías recargables usadas. También es importante destacar que se logró que se pudieran exportar las pilas de litio para ser tratadas en los países donde existe la tecnología apropiada", dijo Gerola.
Rosario Espina, coordinadora de la Campaña de Residuos de Aparatos Electrónicos y Eléctricos de Greenpeace, opinó: "Reclamamos al gobierno de la ciudad y a los distintos actores que están relacionados con los residuos electrónicos que participen de la discusión de la ley nacional. Deben ser los productores los que paguen la gestión de los residuos. Las políticas que se aplican en otros países deben aplicarse también en la Argentina".