La salud renal es una pieza fundamental en el rompecabezas que define la buena calidad de vida.
Los riñones desempeñan un papel clave en los procesos de purificación y equilibrio internos del cuerpo.
Los riñones filtran media taza de sangre cada minuto y contienen alrededor de un millón de nefronas, una unidad estructural y funcional básica del riñón, responsable de la purificación de la sangre.
La importancia de los riñones
Cuando los riñones no pueden trabajar correctamente, esto puede llevar a complicaciones como una enfermedad cardiovascular, aumento de la presión arterial, anemia y alteraciones óseas, entre otras.
Un reciente estudio demostró que el tipo de alimentación es el factor de riesgo más importante de muerte y discapacidad relacionada con la Enfermedad Renal Crónica (ERC), por lo que los cuidados en la dieta son esenciales en su tratamiento y prevención.
La relación entre la alimentación y la salud renal
1. Gaseosas
A pesar de que el fósforo sea un mineral esencial para el cuerpo, cuando es artificial, como el que se encuentra en las bebidas a base de agua carbonatada, puede ser perjudicial para la salud renal.
También aportan cantidades elevadas de sodio, el cual debe restringirse en un paciente con enfermedad renal, ya que tiene implicancias sobre la presión arterial.
Alimentos de consumo diario que afectan a los riñones
2. Carne
La proteína animal en exceso puede ser agotadora para los riñones porque produce un alto nivel de ácido en la sangre, que estos órganos deben trabajar por demás para eliminar.
Como señala una investigación de la revista Nutrients, llevar una dieta baja en proteínas puede proteger contra las complicaciones de la ERC, como la acidosis metabólica, que ocurre cuando la función renal se deteriora.
Alimentos de consumo diario que afectan a los riñones
Alimentos de consumo diario que afectan a los riñones
3. Congelados
Los alimentos congelados suelen ser ultraprocesados y a menudo tienen un contenido excesivo de sodio y de conservantes que son nocivos para los riñones.
Este tipo de alimentos suelen contener más de 1000 miligramos de sodio por porción, pero se aconseja a limitarse a un total de 2300 mg de sodio por día.
Aquellos que tienen enfermedad renal o presión arterial alta deben limitar la ingesta de sodio a 1500 mg por día.