Llegar a esta posada de piedra y madera que se esconde en una reserva privada de San José de Chasquivil, a 2.200 metros de altura, en los cerros tucumanos, es la recompensa después de dos días de exigida cabalgata.
Para acceder, es preciso anotarse a una de las cabalgatas que organiza Nicolás Paz Posse, de Cabra Horco Expediciones, a ese destino.
1) Las Queñuas
La Península, Misiones
Adrián Heredia y María Laura Alcaraz abrieron este lodge sin cortar un solo árbol, en medio de un palmital y entre altísimos palos rosas y alecrines, a orillas del río Iguazú.
La reserva y ecolodge se levantan en una zona virgen del noreste misionero llamada La Península, a 70 km de las Cataratas y a 40 minutos de Andresito.
Son sólo cuatro cabañas conectadas con pasarelas en las que el único lujo es la riqueza del monte, la posibilidad de ver aves
2) Surucuá Ecolodge
Mendoza
En plena cordillera de los Andes, en Tupungato, se esconde el casco de esta antigua estancia de más de 250 años donde es posible hospedarse y hacer cabalgatas en medio de paisajes espectaculares.
La familia Palma administra la propiedad con vistas a la montaña y atravesada por un arroyo.
Muebles antiguos, mantas artesanales y tonos tierra aportan calidez a sus seis habitaciones y amplios ambientes.
3) Rancho ‘e Cuero
El Chaltén, Santa Cruz
Es la única casa a orillas del Lago del Desierto.
Asoma en un bosque denso de lengas de 400 años, justo frente al glaciar Vespignani, con senderos que acaban en peñones, glaciares colgantes, playas de arena y cascadas con pozones.
El check-in es por vía lacustre, en lancha, o en un trekking de tres horas por el bosque.
4) Aguas Arriba
Parque Nacional Nahuel Huapi
A cargo de la familia Iachetti, propietaria de los hoteles MareSur, reabrió a fines de 2001 respetando la antigua fisonomía pintoresquista, pero con estructura de acero y hormigón.
Contiene livings mullidos que invitan al relax, gastronomía de autor, 22 habitaciones de moderna ambientación y un equipo de guías que diseña las excursiones por playa Totoras, playa Piedras Blancas o la Bahía Puerto Oscuro, entre tantos otros soberbios rincones.