Cuáles son los tres próximos pasos del gobierno de Milei

La reunión duró tres horas y media. Se produjo en la quinta de Olivos y comenzó puntualmente a las seis de la tarde del jueves. El presidente Javier Milei; su ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, y el titular del Banco Central, Santiago Bausili, fueron los únicos convidados.

El mandatario estaba exultante. Sabía que pese a contar con siete senadores y 38 diputados la Ley Bases y la reforma tributaria estaban al caer. Horas más tarde, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, le mandaría un mensaje de WhatsApp con la frase: “Misión cumplida”.

Por ello, en el encuentro con sus espadas económicas trazaron los detalles de los anuncios que se produjeron el viernes y que anticipan la construcción de lo que puertas adentro denominan la segunda etapa del plan: “ley hojarascas”, plan anticasta y plan antimafias.

Para llevar adelante el primero de los proyectos está confirmado el desembarco como ministro de Federico Sturzenegger, quien trabajó antes de la última elección en la elaboración de un compendio de leyes “inútiles” y que fueron generadas en su mayoría durante la dictadura.

Son unas 80 normas obsoletas que van desde la regulación de la carrera de palomas hasta que el Estado obligue a un contribuyente a mudarse. Con esta iniciativa buscarán iniciar una nueva etapa de relación con el Congreso tras la aprobación de la Ley Bases y el paquete fiscal.

Dentro de la liga de medidas “anticasta” se intentará avanzar con la esencialidad en dos rubros estratégicos: la educación y el transporte. “Buscamos meternos de lleno con aquellos que viven complicándole por política la vida a la gente, como pasa con algunos sindicatos”, admitió otra fuente de la mesa chica de Milei.

Por su parte, lo que cerca del Presidente denominan el plan antimafias es una iniciativa del diputado de JxC Fernando Iglesias que pasa por crear una agencia integrada por todos los países del Mercosur donde se pueda trabajar de forma unificada para combatir a las mafias que operan en la región.

También quieren poner la mira en la cláusula democrática del Mercosur, que distingue quién puede pertenecer o no al bloque. La idea es fortalecerla para que no puedan “colarse autócratas dentro de las relaciones económicas y del mercado común”, anticipan cerca de Iglesias.

Queremos incorporar las condiciones que exige la Organización de los Estados Americanos (OEA), que supone además que no haya proscripciones políticas, que existan libertad de expresión y pluripartidismo, entre otras cuestiones”

graficaron cerca de Balcarce 50

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MATÍAS AVRAMOW

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