Esta formación, que unió Oriente y Occidente por varios años, también sufrió las consecuencias de las guerras. Modificó varias veces su recorrido hasta que, en 1977, suspendió sus servicios. Fue James Sherwood, un norteamericano, que se dedicó a recuperar los viejos vagones del original Orient-Express por toda Europa, restaurarlos y poner en funcionamiento una nueva versión.
Fue construido por la Monarquía Británica en 1929 para poder trasladarse desde Caláis (norte de Francia) hasta la Costa Azul, durante los veranos. En un primer momento sus vagones se usaban para la red española; fue en 1982 que se creó el recorrido Al-Andalus Expreso que hoy funciona en el sur de España.
El tren Al-Andalus
El recorrido entre Sevilla y Málaga (también viceversa) dura 7 días/6 noches, pasa por, Jerez, Ronda, Granada, Úbeda-Baeza y Córdoba y se realiza entre principios de abril y octubre.
Comenzó a rodar en 1983. Ofrece dos recorridos: el Costa Express (antes, Clásico), que va desde León hasta Ferrol (pasando por Bilbao); y el Gran Lujo, que une Santiago de Compostela con San Sebastián durante 8 días y 7 noches. Conserva cinco vagones Pullman originales, creados en 1923.
Transcantábrico
Hasta 1929 estos coches eran solo usados por un selecto grupo de privilegiados ya que el servicio contaba con camarero individual para cada pasajero y vajilla de la empresa inglesa Elkington, la misma que hizo la del Titanic.
Es uno de los trenes más largos del mundo: en su recorrido clásico conecta Moscú con Vladivostok, dos ciudades que están en ambos extremos de Rusia. En el medio pasan cerca de 10 mil kilómetros, 87 ciudades, 800 estaciones y 8 husos horarios.
Transiberiano
Este tren fue -y todavía lo es- un medio muy importante no solo para el turismo sino también para las relaciones comerciales entre Rusia, China y Mongolia. Hoy hay varias alternativas de recorrido más allá de la clásica (Moscú-Vladivostok) como de Moscú a Pekín por Ulán Vator o el mismo recorrido pero por Manchuria.