La Corte Federal de Australia decidió que Novak Djokovic no podrá jugar el torneo que ganó en 9 ocasiones.
El número 1 del tenis fue deportado, su visa fue cancelada y regresó a su país natal, Serbia donde tuvo un gran recibimiento.
El ministro de Inmigración Alex Hawke determinó que la presencia de Djokovic en Australia podría suponer “un riesgo para la salud y el orden” de la población al considerarlo una figura “influyente” para la promoción del movimiento antivacunas.