El tenista británico Daniel Evans experimentó la oscuridad y tuvo la fortaleza para salir adelante. Nacido en Birmingham en 1990 y profesional de las raquetas desde 2006, estuvo un año suspendido entre 2017 y 2018 por consumo de cocaína.
Reconoció su adicción y maldijo por aquella decisión. Poco a poco volvió a competir y, a los 30 años, se dio el gusto de conquistar su primer título ATP. El diestro de revés de una mano obtuvo el Murray River Open al derrotar en la final al canadiense Félix Auger-Aliassime por 6-2 y 6-3, este domingo.
Evans fue encontrado culpable de consumir cocaína en 2017 y fue suspendido. Estuvo sin competir desde junio de 2017 (era 55°) a abril de 2018 (volvió con cero puntos en el ranking).
"La cocaína es una droga muy dura y no sólo en el deporte, es terrible también en la vida. Arruina vidas. Es lo peor que he hecho en la vida. He decepcionado a mucha gente y no sólo eso, he traído mala prensa al tenis.
Sin Andy Murray en los primeros planos, desde hace tiempo que Evans logró cimentarse como la primera raqueta británica del tour. A los 30 años se quitó una espina ganando su primer título y va por más. En el Abierto de Australia, que comenzará este lunes en Melbourne, será el 30° preclasificado y debutará ante su compatriota Cameron Norrie, 67° del ranking.