Ciudades fantasma. La historia detrás de las mansiones abandonadas de China

El paisaje parece sacado de una película de terror: imponentes viviendas abandonadas, testimonio de la crisis inmobiliaria china.

Durante décadas, el sector inmobiliario fue el motor de la economía local, pero el envejecimiento de la población, la incertidumbre económica global y la pandemia desequilibraron la oferta y la demanda.

Abundan los ejemplos. En las afueras de la ciudad china de Shenyang, se erige desde 2010 "Mansiones estatales para invitados", una ciudad fantasma compuesta por 250 residencias de lujo. Pero ocho años después, siguen vacías.

La empresa Greenland Group, a cargo de su construcción, no explicó el por qué. Hoy, sus calles y jardines tienen plantaciones, mientras que las amplias viviendas sirven como establos improvisados para vacas.

Otro gigante inmobiliario chino, Country Garden, reveló en 2016 Forest City, un megaproyecto de US$100.000 millones en el sur de Malasia. El lugar, que buscaba hospedar a 700.000 personas, apenas tiene 9000 residentes y solo se completó el 15% de la obra.

Forest City pronto se encontró fuera del alcance de la mayoría de los malayos debido a sus precios exorbitantes. Sus playas desiertas con parques infantiles abandonados y autos oxidados le ganaron el apodo de “ciudad fantasma”.

la nacion / PROPIEDADES

informe / texto

LA NACION /  PROPIEDADES

foto / video

MATÍAS AVRAMOW

edición

Más información en: