El científico Robert H. Smerling, de la Universidad de Harvard, indicó que no es saludable bañarse todos los días. Uno de sus argumentos fue que la piel de una persona debe tener una capa de grasa para mantenerse saludable. De esta forma, la capa que recubre el cuerpo estará apta para el día a día y no quedará sensible al tacto.
Piel irritada
El agua caliente es el principal enemigo de la piel. A esto habrá que sumarle que si la ducha se extiende en un tiempo prolongado, hará que esta capa del cuerpo se ponga rojiza y se reseque por completo.
Sequedad
Este síntoma, asociado al agrietamiento, es una de las principales consecuencias de bañarse todos los días. La piel seca y agrietada puede permitir que las bacterias y los alérgenos rompan la barrera que se supone que proporciona la piel, lo que permite que se produzcan infecciones de la piel.
Suciedad
La suciedad genera anticuerpos protectores e indica que uno debe bañarse en un caso extremo.
Jabones antibacterianos
Estos agentes son los encargados de eliminar las bacterias y equilibrar los microorganismos. Sin embargo, están asociados a la irritación por el uso excesivo.