Las tres comidas preferidas de las personas inteligentes

SEGÚN LA IA

La alimentación influye no solo en el cuerpo, sino también en el cerebro.

En los últimos años, diversas investigaciones científicas han demostrado que ciertos alimentos pueden potenciar la función cognitiva, la memoria, la concentración y el estado de ánimo.

Y aunque no existe una dieta universal para volverse más inteligente, sí hay coincidencia sobre algunas comidas que suelen estar presentes en los hábitos de las personas con un alto rendimiento intelectual.

La influencia de la alimentación en el cerebro

Salmón, atún, caballa y sardinas son algunos de los pescados más consumidos por quienes priorizan el funcionamiento óptimo del cerebro.

Estos alimentos son ricos en ácidos grasos omega-3, que demostraron mejorar la memoria y la función ejecutiva.

Según un estudio publicado en Neurology, el consumo regular de ácidos grasos omega-3 se asocia con un mayor volumen cerebral y un envejecimiento cognitivo más lento (Tan et al., 2012).

1. Pescado azul: omega-3 para el cerebro

Además de ser un placer culpable para muchos, el chocolate amargo, con un alto porcentaje de cacao, es un aliado de la salud mental.

Diversos estudios han mostrado que sus flavonoides tienen efectos beneficiosos sobre el flujo sanguíneo cerebral, lo que se traduce en una mejor atención y mayor capacidad de resolución de problemas.

Una investigación de la Journal of Cardiovascular Pharmacology encontró que el cacao mejora el rendimiento cognitivo al incrementar el flujo sanguíneo al cerebro durante tareas mentales exigentes.

2. Chocolate amargo: antioxidantes para la concentración

Las nueces, almendras y avellanas son un clásico en los escritorios de científicos, creativos y estudiantes aplicados.

Combinan proteínas, grasas saludables, vitamina E, zinc y magnesio, nutrientes que colaboran con la neuroprotección y el buen funcionamiento de la sinapsis cerebral.

Un estudio titulado Nut Consumption for Cognitive Performance demostró que quienes consumen frutos secos regularmente presentan mejores niveles de memoria y habilidades verbales. 

3. Frutos secos: energía sostenida y neuroprotección

No se trata solo de qué se come, sino de cómo y cuándo.

Las personas inteligentes suelen priorizar la calidad sobre la cantidad, optan por comidas naturales y balanceadas, y evitan los excesos de azúcares y ultraprocesados.

Su dieta no busca únicamente energía física, sino también claridad mental, enfoque y bienestar emocional.

Alimentación inteligente para una mente brillante

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ROSARIO SIBUET

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