“Un pequeño paso para el hombre y un gran salto para la humanidad”, fue la memorable frase del primero de los astronautas al bajarse del módulo espacial y recorrer la superficie lunar.
El argentino se sintió profundamente conmovido y escribió una carta en la que postuló que la llegada del Apolo XI a la Luna se sintió como “un gesto de amistad de la humanidad hacia el universo”.
La carta tuvo mil copias y se tradujo a siete idiomas. Los sobres fueron enviados a referentes globales y llegó al Rotary Club, quien instauró esta fecha en otras latitudes del mundo.
Primero fue la provincia de Buenos Aires, que en 1979 promulgó en el Boletín Oficial el Día del Amigo. Cuatro años después, decretó que Lomas de Zamora, cuna de Febbraro, fue la “capital provincial de la amistad”.
Desde entonces, la fecha se extendió y fue adoptada por países cercanos como Uruguay, Brasil, España y Chile.
Febbraro fue reconocido por organizaciones y gobiernos: En 1989 fue declarado Ciudadano Ilustre de la ciudad de Buenos Aires y, en 1992, de Miami. Fue nominado al Premio Nobel de la Paz dos veces y, en 2003, la Cámara de Diputados lo declaró “Mayor Notable Argentino”.
Pese a lo que hizo este argentino por instalar esta celebración, la fecha global establecida por la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) en 2011 es el 30 de julio, Día Internacional de la Amistad.