Loretta Harmes es una joven chef inglesa que padece Ehlers-Danlos hiperlaxo, una enfermedad genética que se manifiesta de distintas formas: su estómago está parcialmente paralizado.
Lleva seis años sin comer. Se alimenta de nutrición parenteral total, lo que significa que está conectada 18 horas a una bolsa de líquidos que saltea el sistema digestivo y se infunde en el torrente sanguíneo.
A sus 19 años Loretta no podía comer y no sabía por qué. Los servicios de salud mental se involucraron y ella pasó más de dos años en unidades de trastornos alimenticios donde llegó a pesar 25 kilogramos.
Hasta que finalmente, tras diagnósticos erráticos y mucha desconfianza, un especialista del intestino del hospital St Mark’s en Londres decidió estudiar su caso y así se la diagnosticó con Ehlers-Danlos hiperlaxo.
En promedio toma entre 10 y 14 años diagnosticar a las personas, dice el doctor Alan Hakim de la Sociedad Ehlers-Danlos, porque los síntomas de la dolencia son variados y puede parecer que no están asociados.
Loretta Harmes no perdió su pasión por cocinar. No puede ni probar sus recetas, pero aun así no para de ganar seguidores en Instagram, donde se presenta como nil-by-mouth foodie (algo así como la especialista gourmet que no come por la boca).