Francisco Cavilli es un bonaerense de 36 que cuando trabajaba en un hotel en Cuzco conoció a Sophie, una chica inglesa, y se enamoraron.
Juntos decidieron irse a vivir a Bath, en el sudeste de Inglaterra. Allí invirtieron US$90.000 para abrir un local llamado “Cortado”, donde venden un café “con toque argentino” que es un éxito.
El argentino aprovechó su “amor” a la cocina y puso en práctica sus habilidades para hacer dulce de leche, chimichurri, tortas y empanadas. En todo el menú hay huellas argentinas.
Ya tienen tres personas en la cocina y de las 20 empanadas diarias que vendían pasaron a 150, llegaron a ocho sabores (incluida una de dulce de leche y banana).
El lugar es vinculado con la Argentina no sólo por su dueño, sino porque hay un esfuerzo en que así sea: fotos que son parte de la decoración y la música que suena, que incluye mucho rock nacional.