Un estudio advierte que los peces se volvieron adictos a las drogas en el agua

Según la BBC, las alcantarillas están inundadas con drogas que son expulsadas por los humanos. Las plantas de tratamiento de aguas residuales no filtran estos componentes, por lo que una vez que llegan al medio ambiente, estas drogas pueden afectar a la fauna.

En un estudio, académicos de la República Checa investigaron cómo las metanfetaminas pueden generar cambios en la trucha silvestre marrón. Estos peces fueron expuestos a la metanfetamina en tanques de agua por más de ocho semanas y después fueron colocados en tanques sin concentración de drogas por diez semanas, donde pasaron por un período de “abstinencia”.

Durante todo este proceso, los investigadores midieron las preferencias de los peces por agua fresca o agua con metanfetaminas, y compararon estos comportamientos con las respuestas de peces que nunca fueron expuestos a la droga.

Según sus hallazgos, los peces expuestos a la metanfetamina prefirieron el agua que contenía la droga, mientras sus pares que nunca habían estado en contacto con esa sustancia, no.

Esto puede resultar preocupante porque si las truchas están “disfrutando” las drogas, pueden inclinarse por nadar cerca de cañerías donde estas aguas residuales llegan a ríos o mares.

Una de las características de la adicción a las drogas es la pérdida de interés en otras actividades, incluso en aquellas que usualmente son muy motivadoras como comer o reproducirse. Es posible que los peces comiecen a cambiar su comportamiento natural, causando problemas en su alimentación, su reproducción y su supervivencia.