Las enfermedades en los animales a veces se manifiestan de una manera diferente que en los humanos.
La temperatura normal de un gato ronda entre los 38 y 39.2°C.
La fiebre es una señal de que el organismo está luchando contra una infección o enfermedad.
La fiebre en los gatos
Sucede cuando un felino se muestra inactivo y duerme muchísimas horas más de lo normal.
Si observas que tu animal está más cansado, se fatiga o evita la interacción, podría ser señal de que no se siente bien y necesite la atención de un especialista.
1. Apatía y decaimiento
Los gatos con fiebre tienden a dormir más de lo habitual. Si notas que tu gato no tiene actividad diaria y no juega o se mueve como de costumbre, podría tener temperatura alta.
La fiebre puede provocar la pérdida total del apetito. De ser así, tu gato está sufriendo y podría estar enfrentando un cuadro viral que lo lleve a estar enfermo.
3. Somnolencia
2. Inapetencia
Si notas que tu gato está incómodo o se queja al ser tocado, es posible que esté padeciendo fiebre o algún otro problema de salud que obligue a su amo a consultar a un especialista.
Al estar enfermo o con infecciones, el gato no se acicala como lo haría normalmente, lo que puede generar que su pelaje se vea andrajoso, sucio y opaco.
5. Dolor o malestar
4. Aspecto del pelaje
Dependiendo de la causa de la fiebre, tu gato podría presentar otros síntomas como, por ejemplo, vómitos, diarrea, secreciones nasales u oculares, entre otros.
En caso de que tu mascota sufra algunos de estos síntomas, no dudes en consultar con un especialista, quien te dará un panorama más claro que necesita el felino.