1. Utilizar el transporte público: Caminar o andar en bicicleta o usar el transporte público, en lugar del auto reducirá las emisiones de carbono. Y, también, te mantendrá en forma. Si es absolutamente necesario, usa un vehículo eléctrico y elije el tren en lugar del avión para tus viajes. Da un paso más allá cancelando tus viaje de negocios y utilizando, en cambio, las videoconferencias.
2. Ahorra energía:
-Poner la ropa húmeda al sol en lugar de utilizar secadoras.
-Usa temperaturas más altas para enfriar las habitaciones o más bajas para calentarlas.
-Aísla el techo de tu casa
-Apaga y desenchufa los aparatos electrodomésticos cuando no estén en uso.
-Cuando salgas a comprar un equipo, asegúrate de verificar que haga un uso eficiente de la energía.
-Adoptar fuentes de energía renovables para algunas de las necesidades de tu hogar, como los calentadores solares de agua.
3. Trata de consumir menos carne:
La producción de carne roja lleva a un número significativamente mayor de emisiones de gases de efecto invernadero que la de pollo, frutas, verduras y cereales.
También vale la pena reducir el consumo de productos lácteos ya que conllevan emisiones de efecto invernadero como resultado de la producción y el transporte. Opta por comprar más alimentos de temporada de origen local (¡y tira menos basura!).
4. Reducir y reutilizar...
incluso el agua Si reduces los desechos que tiras y tratas de reutilizar los materiales que ya usaste, puedes marcar un cambio. Lo mismo ocurre con el agua, una alternativa es la recolección de agua de lluvia.
5. Informar y educar a los demás
Entre todos podemos lograrlo: reunirnos con nuestros vecinos para compartir alternativas y educarnos mutuamente en cómo establecer una vida comunitaria sostenible es también un paso importante. Crea "redes compartidas" que puedan ayudar a agrupar recursos, como cortadoras de césped o herramientas de jardín, y lograr así un nivel de vida más ecológico.