Fue el primer país en eliminar la obligatoriedad del barbijo en espacios abiertos en abril de 2021. En ese momento, de los 9 millones de habitantes, cerca de 5,3 millones habían sido vacunados. En junio, extendieron la medida también para los espacios cerrados.
Apenas diez días después de eliminarlo, reincorporaron su uso en lugares cerrados tras un alarmante aumento de la cifra de contagios. Los casos de coronavirus se propagaron en los meses siguientes hasta el día de hoy, en lo que el primer ministro Naftali Bennett declaró como "una cuarta ola". El país ahora tiene el mayor ritmo de aumento de casos del mundo.
Dejó de ser obligatorio el uso de barbijos en mayo, cuando el país estaba cerca de alcanzar los 100 millones de vacunados. Dos meses después, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU sugirió que el tapabocas vuelva a usarse en espacios cerrados. Los casos activos aumentaron por el avance de la variante delta.
En julio dejó de ser un requisito legal cubrirse la nariz y la boca en interiores o en el transporte público. En ese momento, el país se encontraba en un ascenso de casos por la variante delta, lo que preocupó a los expertos que señalaron que la decisión era precipitada.
El Sistema Nacional de Salud advirtió que si enfrenta dificultades para contener al virus en el invierno, el barbijo volverá a ser una obligación.
Abandonaron el uso de tapabocas en julio. Pero a los días, con más de 50.000 casos en el país en tan solo una semana, varios gobiernos de las comunidades españolas exigieron al ejecutivo que vuelva a ser obligatorio en la vía pública.
A diferencia del resto de los países, la vida en Dinamarca es muy similar a como era antes. El coronavirus ya no representa “una amenaza crítica para la sociedad”, según el ministro de Salud, Magnus Heunicke, por lo que el gobierno consideró innecesario continuar con las medidas introducidas para combatir la enfermedad. El 70% de la población está vacunada y tienen cerca de 300 casos diarios.