El Dorado, donde reinaban las drag queens y Pappo estalló ante los gays
“No era para todo el mundo”
En tiempos del “uno a uno” menemista y la “pizza con champán”, El Dorado se plantó para marcar el pulso de la noche porteña en una simbiosis de disrupción, under y mainstream de nicho, entre telones de pana rojo furioso, caireles y esencia de bolero resonando en cada rincón.
Fue el primer lugar en el que las drag queens se validaron y los freaks que deambulaban a la deriva por las callecitas de Buenos Aires encontraron un espacio de pertenencia.
“Nadie miraba a nadie, todo estaba permitido. Me había saturado de la noche, ya estaba grande, venían los chicos y me preguntaban ´señor, dónde es el baño´, un bajón. Por otra parte, no quería terminar mi vida adentro de un boliche”
Cristián Peyon
Líder de la banda Amor Indio y creador de El Dorado
Entre el lanzamiento del disco y los próximos conciertos de Amor Indio, y el recuerdo de aquellas legendarias tertulias trasnochadas de El Dorado se desmigaja la charla con este hombre de ojos grandes e impactantes, que no se ancla en el pasado, pero que no se niega a revivir.
Es mucho lo que vivió entre el 27 de octubre de 1991, noche en la que inauguró sus terciopelos El Dorado, y aquel cierre de 2007, empujado por los coletazos de la tragedia de Cromañón, el pedido de coimas de los inspectores municipales y una noche en franca decadencia.
Aquellas noches no tenían límites de horario, tal como lo habían definido desde el vamos Cristián Peyon y su socio.
“No te sorprendía nada, venían desde los más chetos hasta los punks, las celebridades y los artistas del under”
Cristián Peyon
Líder de la banda Amor Indio y creador de El Dorado