Dentro del panorama de cambios planteados -y esperados- en la nueva era de la movilidad, el de la aviación es uno de los sectores que enfrenta el desafío más grande. No solo por el porcentaje de contaminación que representa en la torta global de emisiones de dióxido de carbono, sino por el tamaño de las aeronaves.
La novedad hoy es de Universal Hydrogen, una empresa estadounidense que llevó a cabo con éxito una prueba en la que utilizó un motor de aviones que funciona con hidrógeno líquido.
El test se realizó en el puerto aéreo y espacial de Mojave, en el estado de California. Desde la compañía explican que el hito es una suerte de adelanto que muestra que sí es posible descarbonizar la industria de la aviación.
Desarrollado en el centro de ingeniería y diseño de Universal Hydrogen en Toulouse, en Francia, el módulo de hidrógeno líquido es el núcleo de la oferta de servicios de combustible de la empresa para la aviación.
Contiene aproximadamente 200 kg de hidrógeno líquido y es capaz de almacenarlo durante largos períodos sin evaporación a bajas temperaturas, además de poder convertirlo en hidrógeno gaseoso caliente.
El módulo también incorpora características como detección de fugas de hidrógeno y sistemas de ventilación, así como un conector rápido a prueba de fugas para facilitar su instalación y extracción de la aeronave.
“Es el tren de potencia de celda de combustible más grande que ha funcionado con hidrógeno líquido”
- Mark Cousin
presidente y director de tecnología de la empresa
En la prueba, el módulo de hidrógeno líquido alimentó la maqueta terrestre de la empresa durante más de una hora y 40 minutos, simulando el perfil de vuelo de una aeronave regional
En teoría, el módulo de hidrógeno líquido está cargado con combustible que rendiría poco más de 800 km de trayectoria y tres horas de vuelo a plena potencia, más 45 minutos de reserva.