El mercado inmobiliario no da tregua a los cambios. En la post pandemia hubo un sinceramiento del valor de las propiedades y sin embargo, el 70% de los inmuebles ofertados hoy en CABA está fuera de precio.
¿Cuáles son las nuevas máximas que definirán la realidad para quienes buscan comprar o vender una propiedad? A continuación, las claves que anticipan la agenda del sector inmobiliario.
PRECIOS.
Las contraofertas agresivas parecen haber quedado fuera del mercado. Lo que está fuera de precio, directamente no se vende y cuesta llegar al sinceramiento por desinterés de los dueños. Y lo que se publica a precio de mercado, se vende rápido.
LOS PRECIOS YA BAJARON 35% DESDE 2019
Y NO BAJARÁN MÁS.
Este sinceramiento del mercado ha dejado que ya casi un 20% de las propiedades se encuentren en zona de oportunidad.
Los inmuebles que están realmente en venta -que
los dueños se quieren desprender- tocaron piso.
LOS DEPARTAMENTOS ENTRE MEDIANERAS SON LOS MÁS CASTIGADOS.
Según los datos de diferentes inmobiliarias, hay una diferencia de precio que se estima en un
20% entre los inmuebles ubicados en edificios y aquellos con vistas más abiertas, más amplios y servicios.
LOS DEPARTAMENTOS DE MÁS DE 200 M2 SON LOS QUE MÁS PRECIO DEBEN RESIGNAR.
Un relevamiento detalla qué
se vendió por ahora en 2022: las propiedades de 3 ambientes acapararon el 30%;
2 ambientes, 26%;
4 ambientes, 20%; monoambientes
y más de 5 ambientes,
12% respectivamente.
EL DUEÑO, EL AMO Y SEÑOR DEL MERCADO.
Los especialistas sugieren que el vendedor hoy ya no acepta contraofertas. Lo que está en valor de oportunidad queda ahí, y lo que no, sencillamente no se vende. El que necesitó vender por la crisis, ya lo hizo. Y si no hay necesidad del dueño, el precio no afloja.
LOS VALORES POR BARRIO SON CADA VEZ MENOS REPRESENTATIVOS.
Hoy se puede acceder a un proyecto de calidad en Colegiales por el mismo valor que uno en Belgrano. un factor que se generaliza: la caída del valor de las unidades de más 200 metros cuadrados.
EN EL MERCADO INMOBILIARIO TAMBIÉN
HAY GRIETA
Los segmentos de altos ingresos siguen invirtiendo en el sector mientras que los sectores de ingresos más bajos pierden capacidad de compra. Eso hace que los valores mínimos y máximos tengan cada vez una mayor brecha.