Dejar todo para último momento puede hacer que los precios sean más altos y que haya menos opciones disponibles en vuelos, alojamiento y actividades.
Una buena planificación incluye definir fechas, investigar costos, comparar alternativas y hacer reservas con la mayor antelación posible.
1) No planificar sin anticipación
Cada país tiene diferentes requisitos de ingreso.
Antes de viajar, es esencial verificar si necesita pasaporte, visa, vacunas o algún otro documento antes de viajar.
No revisar estos detalles puede impedirle abordar un vuelo o ingresar al destino.
También es recomendable averiguar sobre restricciones aduaneras y reglas de migración para evitar inconvenientes.
2) No revisar los requisitos del viaje
No investigar el pronóstico del lugar que se quiere visitar puede llevar a empacar ropa inadecuada, lo que puede arruinar la experiencia.
También es importante considerar la temporada alta, ya que implica precios más elevados y lugares abarrotados, lo que puede hacer que el viaje sea menos placentero.
3) Ignorar el clima y la temporada
Muchos ignoran la importancia de un seguro, pero es una inversión que puede evitar grandes problemas.
Un accidente o enfermedad en el extranjero puede ser costoso si no se cuenta con cobertura médica.
Además, algunos incluyen protección contra pérdida de equipaje, cancelaciones de vuelos o robos, lo que proporciona tranquilidad ante imprevistos.
4) No contratar seguro de viaje
Viajar sin un presupuesto definido puede hacer que se gaste más de lo esperado y que falte dinero en los últimos días del viaje.
Es recomendable calcular cuánto se puede gastar diariamente en comidas, transporte, actividades y compras.
También conviene llevar algo de dinero extra para emergencias y evitar gastos impulsivos que puedan afectar el plan financiero del viaje.