Retirá el teléfono del agua lo antes posible. Secalo rápidamente y eliminá el exceso de líquido.
Presioná el botón de encendido y apagado. Si es posible, retirá la batería, la tarjeta SIM y la memoria.
Envolvelo en papel absorbente por unos minutos y luego dejalo en un lugar con buena ventilación durante al menos 24 horas.
Pasado ese tiempo, volvé a armar el celular y encendelo. Si no responde o notás fallas, consultá con un técnico de confianza.
Tip adicional. Si el dispositivo cayó en agua salada, lo mejor es llevarlo directamente a un especialista, ya que necesitará una limpieza interna para eliminar la sal. Este mineral puede corroer los componentes metálicos del celular, por lo que es fundamental actuar rápido.