Usa espejos y cortinas ligeras para aprovechar al máximo la luz natural, que ayuda a mejorar el estado de ánimo y regular los ritmos del cuerpo.
Elige colores que reflejen tu personalidad y te hagan sentir bien, sin seguir estrictamente las tendencias.
1. Conocerse a uno mismo
4. Elegir materiales naturales
Opta por materiales como madera, lino o algodón, que no solo son agradables al tacto, sino que también aportan calidez y reducen el estrés.
Incorpora plantas en tu hogar para mejorar el ambiente. Si no puedes cuidar plantas reales, las artificiales también funcionan.
3. Traer la naturaleza a casa
6. No sobrecargar
Evita llenar el espacio con muebles y objetos innecesarios; dejar áreas libres mejora la circulación de la luz y la energía, brindando tranquilidad.
Abre puertas y ventanas para crear ventilación cruzada, lo que refresca el ambiente y renueva la energía.
5. Facilitar la circulación del aire
8. Considerar la verticalidad
Aprovecha las paredes altas con estanterías y lámparas colgantes para crear un entorno más dinámico y organizado, sin recargar el espacio a nivel del suelo.
Un hogar ordenado ayuda a reducir el estrés. Mantén solo lo esencial a la vista, especialmente en la cocina.
7. Mantener el orden
10. Ir despacio
Si no sabes por dónde empezar a redecorar, hazlo poco a poco. Añade un almohadón o pinta una pared, ¡no todo tiene que cambiar de golpe!
Muebles que cumplen varias funciones son ideales para espacios pequeños. Una silla puede ser también una mesita o un estante temporal.