Señales. Cómo recargar las pilas en este verano sin una PC
Tenía la caja en una mano y algunos de sus CD en la otra. Papá Noel fue muy generoso este año, y le trajo a uno de mis sobrinos un iPod mini de 4 gigabytes.
Lejos de su casa, pero muy cerca de la mía, me pidió prestada la computadora el domingo para cargarle algunos discos y tener una primera aproximación a la línea de reproductores de MP3 más popular del mundo.
La instalación fue muy simple; cuando conectamos el iPod, el software de administración, iTunes, nos avisó de la existencia de un firmware nuevo (el código que usa el propio reproductor para funcionar), una actualización siempre recomendable.
Pasar música al iPod fue muy simple también, sobre todo teniendo banda ancha (se agregaba a cada pista los nombres de los temas, el álbum, el grupo, etcétera). Nada nuevo, es verdad, pero sí muy simplificado y amigable.
El manual decía que había que cargar el reproductor una hora antes de usarlo, así que ahí quedó, mientras le íbamos agregando más y más música. Cada tanto, mi sobrino miraba la base de la ventana del iTunes, donde se informa cuánta música tiene cargado el equipo. No era un dato menor: se iba a la playa al día siguiente, y el iPod tenía que tener munición suficiente para vencer el tedio de la ruta.
Resuelto ese tema, nos encontramos con otro mucho mayor y del que no sufren solamente los iPod, sino también modelos de Creative y todos los dispositivos que apelan al puerto USB de una computadora para recargar su batería: ¿cómo mantener con vida el equipo sin una PC cerca?
En el caso del iPod, Apple vende un adaptador para pared (184 pesos en los negocios locales). La alternativa es buscar un adaptador universal, como el que consiguió un colega del diario, en la semana post Navidad; hay modelos, incluso, que tienen un conector para el encendedor del auto. Su precio oscila entre 40 y 90 pesos, pero claro, no tienen la certificación del fabricante.
Mi amigo Gastón creyó encontrar un paliativo: llevarse su notebook de vacaciones y usarla como cargador, además de backup para la cámara digital y centro general de comunicaciones con familiares y amigos. Hasta que se encontró con una limitación. Si la notebook entra en modo de suspensión, sólo reciben un mínimo de energía la RAM y el CPU, para mantenerlos vivos (y conservar la carga de la batería de la portátil); el resto de los componentes -incluyendo el conector USB por donde cargaba su iPod- se desactiva. En este caso, basta con evitar que el equipo pase a ese modo para seguir cargando el reproductor de MP3.
En Feedback (página 6) se aclara otra duda común entre los usuarios de iPod (cómo mover MP3 del equipo a una PC), para que el verano no nos deje sin música.
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