Consejos para sacar buenas fotos digitales
Por qué muchas de nuestras primeras tomas con la nueva cámara salen mal y cómo resolver los problemas de iluminación y fuera de foco
En esta y algunas entregas más nos tomaremos un recreo de los programas de edición de imágenes y vamos a salir a sacar fotos. A fin de cuentas, para poder editar, primero hay que producir.
Las cámaras digitales no se comportan igual que las analógicas. Esto tiene varios motivos, pero el principal es que en lugar de usar película tienen un dispositivo sensible a la luz llamado CCD (Charge-Coupled Device), que captura las imágenes y hace las veces de rollo.
Pero no se comporta exactamente igual que la película y por este motivo la experiencia de la fotografía digital puede ser algo frustrante al principio. A no desesperar: sólo es cuestión de acostumbrarse a una nueva colección de reglas. La más importante de estas reglas tiene que ver con la luz, previsiblemente. Los rollos de película son más adaptables, flexibles y tolerantes que los CCD con las condiciones de luz extremas.
Demasiada luz o demasiado poca nos llevarán invariablemente a malas fotos: en boliches, recitales, al aire libre de noche, en la playa o la nieve a pleno mediodía.
La falta de luz añade una dificultad adicional: las cámaras digitales enfocan mal en la penumbra, y además del grano se suma el fuera de foco. Y todavía otra: la velocidad de obturación (es decir, el tiempo que pasa abierto el ojo de la cámara para sacar la foto) baja automáticamente cuando hay poca luz, de modo que además de oscura, con grano y fuera de foco, la toma seguramente saldrá movida. Todo mal.
¿Cómo lidiar con la falta de luz? No siempre se puede, ésa es la verdad. En espacios grandes, el flash de la cámara es insuficiente, porque su destello sólo alcanza para tres metros, como mucho. Pero además, cuando sacamos fotos al aire libre no hay paredes en las que la luz pueda rebotar de regreso sobre el sujeto. Así que, sin fuentes de luz adicionales, las tomas al aire libre y de noche nunca van a salir del todo bien. Ni siquiera con flash.
Como sabemos, las situaciones con las que nos podemos encontrar son casi infinitas, así que hay que adaptarse a cada escenario. La regla es que lo que vamos a fotografiar debe estar correctamente iluminado. De noche, esto invariablemente significa acercarse al sujeto.
¿Otra vez salió movida?
Entre los defectos más comunes en las tomas digitales está el que salgan movidas y fuera de foco.
Lo primero se debe a que no solemos tener un indicador de la velocidad de obturación. Por debajo de  1/60 de segundo, el pequeño movimiento de las manos que sostienen la cámara y hasta la presión que hacemos sobre el botón harán que la foto salga movida. Este defecto no se puede reparar con los programas de edición.
Como a más luz, más rápida es la velocidad de obturación, la receta de nuevo es aquí no arriesgarse a sacar fotos en condiciones de poca luz. (Cuidado: una habitación normalmente iluminada puede ofrecer poca luz para un CCD.) Si debe tomar esta clase de imágenes, hay que utilizar un trípode o algún punto de apoyo.
El fuera de foco puede deberse a la falta de luz -como ya se explicó-, pero también a otra causa bastante común. El sensor de la cámara hace foco en lo primero que encuentra en su camino, usualmente midiendo en torno del centro de la escena. Así que hay que tomar en cuenta los obstáculos entre el equipo y el sujeto para evitar los fuera de foco. Este defecto tampoco puede repararse con un programa de edición.
Oscuro, pero en foco
La foto A está subexpuesta, falta luz. Pero como se buscó un punto de apoyo, la imagen no está movida. Como la torre se encuentra lejos, está correctamente en foco. En la foto B, los colores de la imagen han sido corregidos por medio de la herramienta Niveles
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