Mercado de celulares en la Argentina: un semestre lento y un iPhone que no mueve la aguja

El primer semestre de ventas de teléfonos celulares en la Argentina estuvo marcado por dos fenómenos: el primero, la baja en los envíos de equipos (es decir, los que terminan de fabricarse en Tierra del Fuego), de algo más de 2 millones de smartphones en el primer trimestre (un 23 por ciento menos que en el mismo período de hace un año) y unos 2,6 millones en el segundo; en total en la primera mitad de 2017 se enviaron un 12 por ciento menos de equipos que en 2016, que ya arrastraba descensos respecto de 2015; el pico de ventas fue en 2013, con 13 millones de unidades; en 2016 fueron 9,5 millones; para este año podrían llegar a ser unos 9 millones.

En este contexto, la llegada del iPhone en forma oficial en el segundo trimestre no cambió las cosas, según estimaciones de la consultora Carrier y Asociados, con unos 12.000 teléfonos importados para la venta local; de ellos, la mitad fue para el iPhone 7 y 7 Plus.

Un punto que destaca el informe de la consultora es que los equipos de gama alta bajó del 17 al 12 por ciento del total en un año (son los que tienen un precio internacional de 300 dólares o más al salir de China; no refiere al precio local) ; entre 150 y 300 dólares, un 25 por ciento del total, mientras que el segmento más económico (menos de 150 dólares) pasó de representar el 43% de los envíos en 2016 a ser hoy el 63 por ciento. Es decir, por los costos locales las ventas de la gama alta son cada vez menores.

Aquí entra en juego tanto el precio final local como el contrabando, que se centra en los modelos más caros y que el año último fue de 2,5 millones de equipos; las estimaciones del sector para este año es que serán unos 3 millones los teléfonos que ingresen en forma ilegal al país, según Afarte, la cámara que de las compañías que ensamblan en Tierra del Fuego.