La pinta la tienen: y se encontrarán dentro de un año para luchar, aunque sin lanzacohetes o rayos láser (como los mechas de los videojuegos o de las películas de ciencia ficción), pero armados con unas menos peligrosas pistolas de pintura (las que se usan en el juego denominado paintball).
El que busca pelea es MegaBot, una máquina de 4,5 metros de alto, una suerte de exoesqueleto que lleva a dos pilotos en su interior (no es un robot porque carece de autonomía). Sus creadores iniciaron hace un año una campaña en Kickstarter para lograr los fondos para fabricarlo. No tuvieron éxito, pero con la ayuda de Autodesk juntaron el dinero suficiente como para crear un primer modelo.
Y según consigna el sitio Engadget desafiaron al equipo japonés detrás de Kuratas, un dispositivo similar creado hace tres años y que tiene el porte necesario: mide 4 metros de alto y pesa 4 toneladas. Incluso es posible comprar uno en Amazon pagando un millón de dólares.
El desafío (en inglés) de MegaBot a Kuratas
Si el grupo detrás de Kuratas acepta el desafío, se encontrarán dentro de un año en una batalla sin peligro, pero que para muchos sienta un precedente en algo que hasta ahora siempre perteneció a la ciencia ficción.
