Smart City Expo: por 3 días, Buenos Aires será una ciudad más inteligente
Del jueves al sábado, en el Centro de Exposiciones, se hará una feria en la que se mostrará lo último en tecnología y soluciones para mejorar el funcionamiento de las ciudades, y hacerle la vida más fácil a sus habitantes
Desde mañana y hasta el sábado, Buenos Aires se transformará en una de las sedes del movimiento mundial que está cambiando las ciudades, apelando a la tecnología para mejorarlas y transformarlas en lo que se denomina ciudades inteligentes : urbes con sensores en sus calles y en su infraestructura, con semáforos interconectados para mejorar el flujo del tránsito, con sistemas que entienden cuándo los tachos de basura están llenos, en qué barrios se concentra más agua durante la lluvia, dónde y cuándo hay más peatones, qué estaciones de subte o tren son las más populares y, sobre todo, cómo se puede aprovechar toda esa información para mejorar la vida de los habitantes de la ciudad.
El encuentro se llama Smart City Expo y se hará en el Centro de Exposiciones y Convenciones porteño, en Figueroa Alcorta y Pueyrredón. Es parte de una serie de ferias que nacieron en Barcelona (una urbe que está a la vanguardia en el tema) y que se hacen en otras partes del mundo; es la primera vez que la exposición tiene de sede a Buenos Aires. Estará abierta al público de 10 a 19 y la entrada no tiene costo, pero los organizadores piden una acreditación previa en el sitio oficial porque el espacio disponible es limitado.
Habra conferencias los tres días y una exposición de tecnología aplicada a la ciudad, con participantes locales e internacionales. “Una ciudad inteligente es una ciudad pensada para las personas. Smart City Expo es una gran oportunidad para poner en común ideas y superar desafíos de la mano de experiencias internacionales. Es un orgullo que hayamos sido elegidos como la sede de esta edición”, dice Juan José Mendez, secretario de Transporte de la Ciudad de Buenos Aires.
Buenos Aires dio en los últimos tiempos algunos pasos para, gracias a la tecnología, sumar inteligencia. Con una red de mil sensores crearán una red de medición de variables ambientales y de comportamiento urbano: estudiar el tránsito de vehículos y peatones, tener mejor información del estado de cada barrio ante una tormenta y más.
Ya hay dos torres en Parque Lezama y el Parque de la Ciudad, y el resto se irán instalando de a aquí hasta noviembre. Miden niveles de ruido, radiación solar, temperatura ambiente, cuánto está lloviendo, el nivel de dióxido de carbono en el aire y más. Representa una inversión de 14 millones de pesos, y requiere de una infraestructura detrás: para el envío de todos esos datos recolectados, y para su posterior procesamiento.
Recolección de basura
Un ejemplo clásico para pensar la ciudad inteligente el es el de la basura: la tecnología puede ofrecer una herramienta inmediatamente útil para mejorar su recolección. La firma argentina QuadMinds, por ejemplo, tiene un servicio de optimización de rutas de recolección de basura, que usa sensores instalados en los tachos para determinar si están llenos o no, y define el recorrido del camión para para agilizar su ruta.
Lo estará mostrando en la feria junto con Claro, que provee la parte de conectividad, y que tiene una división orientada a este rubro, con servicios como telemetría de acueductos para Aysa o monitoreo del recorrido del Metrobús.
Telecom, por su parte, tiene medidores de consumo de agua y de electricidad que ofrecen un reporte remoto; es decir, es posible saber al instante el consumo de un hogar, un barrio, etcétera, sin recurrir al inspector de medidores.
Estacionamiento
El estacionamiento es otro rubro donde hay mucho interés. Ahí apunta un servicio como el que presentaron en forma reciente SAP, Hertz y Nokia ( parte de una plataforma llamada SAP Leonardo), y que se está probando en Estados Unidos: alquilar un auto, tener conectividad, saber dónde hay estacionamiento, pagar por adelantado, llegar y estacionar.
“Y si es por trabajo lo podés cargar a cuenta de la empresa”, aclara Gil Perez, vicepresidente senior de SAP, y gerente de la parte de seguridad de la división de autos conectados. El servicio tiene un millón de lugares de estacionamiento asociados en Estados Unidos, y se está expandiendo a Europa. “Lo que hacemos es sacarle el estrés y la ansiedad a la búsqueda de un lugar para estacionar en el centro de una ciudad -dice Perez-. Hoy podés alquilar un cuarto de un hotel, la habitación de una casa, comprar un pasaje en cualquier transporte, pero no podés reservar un lugar para estacionar. Es un punto que no recibe la atención que merece, resolverlo te evita perder un montón de tiempo.”
Lograr eficiencia de recursos
"La clave está en la eficiencia que lográs con todo esto", dice Raj Talluri, vicepresidente senior de Internet de las Cosas en Qualcomm, que tiene una enorme batería de soluciones de la denominada Internet de las cosas, que tiene un desarrollo íntimamente conectado con el de las ciudades inteligentes.
BGH Tech Partner, por ejemplo, tendrá un stand donde mostrará sus luminarias inteligentes: luces LED para alumbrado público que tienen menor consumo de electricidad que las tradicionales, permiten una gestión remota de la luminosidad, encendido automático y más. La compañía dice que se puede bajar el consumo de energía entre un 50 y un 80 por ciento con el uso de estas luminarias.
Telefónica tiene una propuesta en el mismo sentido: gracias a la posibilidad de incluir chips de celulares en casi cualquier dispositivo, ofrece soluciones de geolocalización de flotas de vehículos, optimización de recursos de una red de transporte público midiendo el movimiento de las personas en las calles (en forma anónima, según la compañía) y más.
Varias compañías, como el Grupo Roggio, ofrecen soluciones que no integran tecnología en las paredes o las calles, pero apunta a hacer más sencilla la interacción entre los ciudadanos y los servicios públicos, ofreciendo aplicaciones para el celular que permiten agilizar el reporte de incidentes o funcionamiento incorrecto, hacer denuncias, seguir un trámite, etcétera.
"Siempre hablamos de autos conectados y demás cosas con computadoras adentro, pero necesitás una ciudad inteligente también para que funcionen mejor -observa Talluri-; que le brinde información a esos autos para que sepan por dónde manejarse, que reconfigure los semáforos para permitir el desplazamiento de más gente en uno u otro sentido. Pero también hay que tener cuenta el tema de la seguridad de toda la información que recolectan los sensores de la ciudad, y quién protege esos datos. Y la privacidad: los ciudadanos están dispuestos a compartir información personal si hay una ganancia, si les servirá para algo, pero debemos asegurarnos que esa información que nos dieron no se use para otra cosa.”
Facilitarle la vida a la gente
“El mayor desafío, o al menos uno muy importante, es modernizar la ciudad, pero al mismo tiempo conservar la identidad propia de cada una, -advierte el periodista Leandro Zanoni, autor del libro Futuro Inteligente, dedicado a este tema-. Su cultura, su estética y todo aquello que identifica a esa ciudad con lo que es, con lo que fue y con lo que será. Porque si la tecnología en cierto modo homogeniza el paisaje urbano y las iguala (tanto estéticamente como también a su gente, a su turismo, sus atracciones, etc.) esa ciudad termina desapareciendo. Le quita todo lo que hace única a una ciudad.?La tecnología aplicada a una ciudad debe ser un aliado en la búsqueda de soluciones a problemas concretos, y no un fin en sí mismo.”