Hay muchos hoteles excéntricos, pero ninguno es tan versátil como éste. Durante el verano flota en las aguas del río Lule, cerca de la pequeña ciudad de Harads, en la Laponia sueca. En invierno, cuando la temperatura alcanza los -30° y ya no hay luz solar, queda completamente congelado y aprisionado entre las placas de hielo del río. La inauguración del camaleónico Arctic Bath está prevista para fines de 2018.
Además de su ubicación extrema, su particularidad es el diseño: tiene una estructura circular y está inspirado en un nido de pájaros flotante. Las seis habitaciones son minimalistas, están cubiertas con techos de troncos de madera local y tienen amplios ventanales. Se concentran alrededor de una pileta central de agua fría, aunque se considera cálida comparada con el exterior: su temperatura promedio será de 4 °C. Se espera que los huéspedes se sumerjan al aire libre y que puedan contemplar las auroras boreales (entre septiembre y marzo).
Para compensar, en el interior hay chimenea, sauna y spa. Y las habitaciones estarán calefaccionadas También funcionará un restaurante, bar y un lounge para relajarse. Alojarse en una de sus habitaciones costará, en promedio, 5.500 coronas suecas, que equivalen a u$s 650.
Detrás del proyecto se encuentran los arquitectos Bertil Harström y Johan Kauppi. El primero también intervino en el diseño del rupturista Treehotel (a solo 3 kilómetros), un hotel con varias cabañas en medio del bosque sueco.