Biblioteca en la playa

Historietas, buenas novelas, libros de divulgación y de biología de la región se descubren en los estantes, y se pueden pedir prestados para leer en la orilla del mar. La otra opción es aprovechar los almohadones y mantas que invitan a tenderse en el piso para el rato de lectura.

La iniciativa de la biblioteca en la playa comenzó gracias a Alejandra Hernández, bibliotecaria de la Biblioteca Popular Luis Piedrabuena de Las Grutas, que en 2008 desembarcó en la playa con una valija de lectura y tuvo un éxito tan inesperado como resonante entre los chicos y las familias que habían elegido pasar allí sus días de descanso. Lo cuenta Dedé Sarlo, la simpática encargada de la biblioteca junto con Alberto Huges, otro de sus creadores, en las cálidas tardes de verano de Las Grutas. "Aunque no soy un gran lector -explica Alberto, que vive en Piedras Coloradas hace 15 años- en 2008 me llamó la atención cómo prendió el tema de los libros. Como había ido a un taller de construcción natural, decidimos levantar así una nueva biblioteca." Gracias al esfuerzo de unos 40 voluntarios, que fueron trabajando en forma alternada usando exclusivamente arcilla, arena, coirón y tablas (único material que hubo que conseguir fuera del lugar), pronto el edificio cobró forma y ahora también se proyecta levantar uno nuevo en el jardín de infantes local.

"Somos un grupo de ideas coincidentes, con las mismas ganas", dice Alberto, que destaca también una segunda intención: que este tipo de construcción natural, magníficamente integrada al paisaje, pueda servir algún día como modelo a los pulperos de Las Grutas en lugar de sus precarias casitas de chapa.

Informes en www.bibliotecalasgrutas.org.ar