De Vietnam a Italia: 5 puentes para cruzar al otro lado del mundo
1. Vietnam: Puente Dorado
La foto dio la vuelta al mundo a propósito de la inauguración, en junio. El Cau Vang (puente dorado, en vietnamita) es una construcción espectacular cuya estructura está sostenida por dos gigantescas manos de hormigón. Podrían ser las de algún dios telúrico que soporta la cinta dorada del puente, por encima de colinas cubiertas por la jungla.
Sin duda es la nueva atracción del polo turístico de las colinas de Bà Nà, en el centro de Vietnam. Los franceses habían creado un primer resort en tiempos de Indochina, que fue luego transformado en parque de diversiones por un consorcio de la India.
El Puente Dorado es el más reciente de los atractivos de ese complejo, que incluye la réplica de un pueblo francés de aspecto medieval (con su castillo y su catedral), un museo de cera, el parque Fantasy con juegos y ambientaciones basadas en las novelas de Julio Verne y una estatua gigante de Buda. Se accede por medio del teleférico más largo del mundo, con más de cinco kilómetros.
Largo: 150 metros. Ubicación: al pie de la colina del parque y resort Sun World Bà Nà Hills. Se llega desde la localidad de Ðà Nang.
2. Singapur: Henderson Waves
Este puente pasa sobre una autopista y forma parte de una red de caminos trazados en uno de los restos de selva conservada entre dos barrios de la ciudad-Estado. Debe el nombre a su arquitectura de madera, que recuerda el movimiento de las olas.
A pesar de su exponencial desarrollo, las autoridades de Singapur cuidaron el medio ambiente y la megalópolis futurista es una de las ciudades más verdes el planeta.
El puente de Henderson Waves fue inaugurado en 2008 para conectar dos colinas, sus parques y sus bosques, que forman el principal pulmón verde del sur de la isla. El mejor momento para hacer este paseo es antes del anochecer, oportunidad ideal para ver la puesta de sol desde la altura y escuchar los ruidos de la selva intensificarse a medida que aumenta la oscuridad.
No hay chances de avistar pangolines, el animal más emblemático de Singapur: para eso está el parque Night Safari, un zoo que abre solo de noche, para ver animales nictálopes y noctámbulos en sus ámbitos naturales.
Largo: 274 metros. Henderson Waves está iluminado por la noche hasta las 2 de la madrugada. Ubicación: la estación de bus más cercana es Aft Telok Blangah sobre la Henderson Road. También se puede llegar caminando por los senderos desde la colina Faber o la colina Telok Blangah.
3. China: puente de Beipan
China es el país de los megaproyectos. Y los puentes no son excepción. El de Beipan –también llamado Duge– pulverizó el récord de altura que había logrado un puente francés en los años 90.
Fue construido en la región montañosa de Guizhou, para cruzar un precipicio tallado por el río Beipan. Gracias a sus 1,3 kilómetros conecta la región con la provincia vecina de Yunnan. La principal atracción turística de Liupanshui, la localidad más cercana al puente del Beipan, es un lago subterráneo y varios puntos panorámicos en las montañas vecinas.
La mayoría de los puentes más altos del mundo está en China. Sin embargo, el viaducto de Millau, en el sur de Francia, sigue conservando parte de su efímero titulo: aún es el puente con la estructura más alta. Sus pilares tienen 343 metros de altura.
Altura: 565 metros por encima del fondo del valle. Ubicación: sobre la ruta G56 Hangzhou–Ruili, entre las localidades de Qujing y Liupanshui.
4. Italia: el Ponte Vecchio
Durante la Edad Media hubiera pasado inadvertido porque la mayoría de los puentes eran cubiertos y servían también como centros comerciales. Pero son muy pocos los que quedaron en Europa, y el Ponte Vecchio (puente viejo) de Florencia es el más conocido y lindo de todos. Conservó la misma estructura, así como las tiendas y talleres que ya tenía en el momento de su reconstrucción en piedra en 1345.
Hasta entonces era de madera y sus primeras versiones habían sido construidas en tiempos del Imperio Romano.
En la actualidad es uno de los clásicos de Florencia. Al igual que durante el Renacimiento, los pequeños locales –o botteghe– del puente son ocupados por orfebres: y el más célebre de ellos, Benvenuto Cellini, parece mirarlos desde su estatua. Ferdinando de Medici instaló aquella corporación sobre el puente, en reemplazo de carniceros y curtidores de cueros que lo ocupaban originalmente. Se cree que aquí nació el término bancarrota: cuando un comerciante no podía pagar sus deudas, se le rompía su mesa –o banco- y ya no podía seguir ofreciendo mercaderías.
Largo: 95 metros. Entre la Vía de Guicciardini y la Vía Por Santa Maria, por encima del río Arno. Desde las ventanas de la Galleria degli Uffizi se ve el Ponte Vecchio en su conjunto.
5. Escandinavia: Puente de Øresund
Por lo general los puentes cruzan valles y ríos. El Øresundsbro cruza el mar. O mejor dicho un estrecho del Báltico, entre la isla danesa de Zelandia y las costas suecas. Fue concluido en 1999 y conecta los dos países escandinavos por ruta y ferrocarril.
Parte de su tramo recorre una isla artificial, en territorio danés, desde donde el puente se convierte en túnel para no interferir con el aeropuerto de Copenhague. Más allá de la proeza de ingeniería que supone su construcción, se hizo famoso cuando se lanzó la serie televisiva policial El puente. El argumento empieza cuando se descubre un cadáver en el lugar preciso donde pasa la frontera entre los dos países, involucrando a policías suecos y daneses a lo largo de varias temporadas para dilucidar un entramado de misterios y crímenes.
Largo: 7,8 km. Se cruza el puente con la autopista europea E20 que une Copenhague a Malmö y más allá, llega hasta Estocolmo.