En cuatro ruedas

Por más emoción que tenga subirse a un avión, siempre hay algo encantador en planear un viaje en auto. Elegir la música adecuada, aprovisionarse de ricos snacks y bocados para el camino y hasta pensar juegos y tópicos de conversación divertidos son parte del ritual de una buena travesía. Y a medida que se va dejando atrás la ciudad y la urbanidad y el paisaje comienza a cambiar, perder la mirada en el horizonte casi infinito será una técnica de relajación perfecta. Es que la magia de los viajes en auto es que son eso mismo desde el inicio: viajes, que comienzan en el primer kilómetro recorrido y en los que tiene tanta gracia el trayecto como el destino final. Por eso, en la mejor época del año para reunir la compañía adecuada y ponerse tras el volante, desde Club te traemos una selección interesante de rutas y destinos para conocer más nuestro generoso país.

Si organizaste un viaje con amigos, quizá te divierta que el destino sea una ciudad con movimiento y tanta vida nocturna como diurna. En ese camino, Rosario es una gran elegida. En la provincia de Santa Fe y con acceso vía autopista si es que venís de Buenos Aires, es la tercera ciudad más poblada de Argentina después de la capital porteña y Córdoba, lo cual la hace un seguro centro de entretenimiento y salidas. Sus bares, restaurantes y boliches no tienen nada que envidiarle a Palermo, y su costanera está cada vez más trendy y convocante. Además, no pueden dejar de pasar por hitos como el Monumento a la Bandera o el Parque Independencia.

Siguiendo la línea de ciudades pobladas, la ya mencionada Córdoba es otra buena recomendación. Activa en su movida nocturna en la que nunca falta el fernet, además propone planes de día como el recorrido por la Cañada, una obra de ingeniería que encauza el arroyo Suquía atravesando el centro de la ciudad; la visita al Parque Sarmiento entre rosedales, fuentes de agua y un lago; y hasta el Camino de las Altas Cumbres, un recorrido para seguir en el auto y llegar desde el oeste de la ciudad hasta Mina Clavero, todo por un camino de montaña bien sinuoso y pintoresco.

Nuestro país también tiene espléndidas reservas naturales que protegen lo mejor de nuestra geografía y naturaleza. ¿Por qué no enfilar hacia allí?

Entre los más conocidos resalta El Palmar, en el sudeste de Entre Ríos, con 8213 hectáreas en las que, sí, se destacan las palmeras, pero también la sabana, el bosque y la selva, con la posibilidad de avistaje de distintas especies autóctonas como vizcachas, ositos lavadores, carpinchos, mulitas, zorros, lagartos overos y tortugas pintadas, entre otras. Aquí es posible realizar caminatas con o sin guía, recorridos por senderos de acceso vehicular y paseos a caballo, en bicicleta o hasta en canoa a través del río Uruguay y dos de sus arroyos tributarios.

Hacia el sur del país, el Parque Nacional Los Alerces es otra gran belleza que espera ser apreciada. Ubicado al oeste de la provincia de Chubut, incluye los lagos Futalaufquen, Krüger, Rivadavia, Menéndez, Verde y Arrayanes, y ofrece paisajes que lo ubican entre los más lindos del país. En verano presenta un clima seco con noches más frescas, ideal para pasear entre sus espléndidos bosques de alerces que se combinan con rosas mosqueta, lupinos y margaritas, entre otras plantas, para hacer a una combinación silvestre inolvidable. Además, se pueden conseguir permisos de pesca (abundan el salmón y la trucha), hay 20 senderos peatonales, numerosos caminos vehiculares y campings, cabañas y hosterías para pasar la noche.

Sí, la costa es el destino más elegido en estos días de calor. Pero ¿qué tal si la premisa es ir más allá de los centros turísticos más típicos? Bajo ese paraguas, resalta, por ejemplo, Claromecó, una pequeña localidad balnearia en el partido de Tres Arroyos, bien en la panza de la provincia de Buenos Aires. Entre sus atributos figura su faro, uno de los más altos de la costa argentina, que, a rayas blancas y negras por fuera, ofrece desde arriba una vista de hasta 48 kilómetros mar y tierra adentro. Además, la posición geográfica de este pueblo hace que sea uno de los únicos puntos costeros del país en los que puede verse caer el sol sobre el mar. Su espíritu relajado y familiar lo hace perfecto para un descanso pleno, a la vez que posee restaurantes, pubs y salas de teatro, entre otras atracciones comerciales, para contentar a todos en el grupo viajero.

Otro punto de costa distinto e interesante es Las Grutas, en Río Negro. En el golfo San Matías, es uno de los balnearios más famosos de las playas de la Patagonia, pero aun así se las ingenia para ofrecer costas absolutamente vírgenes, recubiertas de almejas y caracoles. Además, seduce con su increíble temperatura del agua, provocada por el golfo, que propicia el resurgir y asoleamiento de las aguas de las corrientes cálidas del norte sobre aquellas frías provenientes del sur. Así, se genera un microclima que favorece una atractiva fauna marina y atrae incluso a los más friolentos. Como su nombre lo indica, está rodeada por pintorescas grutas formadas por la erosión del mar en los acantilados (que pueden llegar a los 8 metros de altura), lo que hace a otro de sus encantos. De hecho, algunos cuentan con restaurantes y bares en los cuales sentarse a lo alto a contemplar y disfrutar la vista a la par de un buen menú.

Nuestro país es generoso en proporciones, paisajes y belleza. Y recorrerlo en auto es una gran forma de no perderse ni un detalle de esta inmensidad. Parando de a tramos en rincones que llamen la atención o tienten con su propuesta gourmet, pudiendo sacar fotos donde plazca y sin apuro por llegar ni horarios fijos, la eterna duda del "¿cuándo llegamos?" será un mero recuerdo. ¿Estás listo para una de las mejores vacaciones de tu vida?

El auto será tu "casa" por varios días y vas a recorrer con él muchos kilómetros, por lo cual es muy importante que esté en condiciones. ¿Qué deberías tener en cuenta antes de salir a la ruta? Lo siguiente: