El joven Luis, con sus 19 años, no ambicionaba mandar sobre los hombres. Prefería recorrer las montañas y bosques de su país. Su exquisito y delicado espíritu lo alejaban de los intereses de Estado y de las armas y lo acercaban al mundo de la ópera y a los relatos de la Edad Media.
Pero el destino y las hadas quisieron que Luis, o mejor dicho Der König Ludwig -el rey Luis II de Baviera- tuviera que ascender al trono de su nación en 1864 tras la muerte del padre. No eran las tareas oficiales lo que más lo entusiasmaban. Y encontró en el genial Richard Wagner su álter ego.
Lo trajo a la corte y comenzó a soñar en reconstruir el universo de caballeros andantes, damas en peligro y dioses germánicos entre los bosques de Baviera.
Ludwig no supo prever el ímpetu del ascenso prusiano, y sus errores en política interna y de alianzas con otras naciones lo llevaron a recluirse cada vez más en la construcción, a costas del erario público, de castillos de ensueño, como el de Linderhof o Neuschwanstein. Pero sobre todo este último, decorado en paredes y techos con motivos de las óperas de Wagner.
Todo se hundió en el mundo de Ludwig. Lo obligaron a alejar al compositor de la corte, lo declararon loco y nombraron a un regente en su reemplazo. Finalmente se ahogó en forma misteriosa el 13 de junio de 1886 en las aguas de un lago.
Quedaron como herencia de Ludwig para su amada Baviera los castillos y palacios. Hoy atraen a millares y millares de visitantes todos los años y son una gran fuente de ingresos.
Enclavado en las montañas bávaras, Neuschwanstein en invierno refleja como ninguno -sin haber sido construido en la Edad Media- el aspecto de como debió haber sido un castillo feudal. Con sus torres almenadas, su patio interior, los gruesos muros para repeler los asedios, trae a la era de los chips la visión de un mundo desaparecido.
Por toda Europa se alzan castillos, algunos mejor conservados que otros. La gran mayoría son museos, aunque todavía quedan algunos habitados por familias nobles o millonarios.
La World Wide Web es un recinto propicio para ubicarlos. Un sitio excelente para este fin, perteneciente a una agencia de viaje, está en http://www.castles.org Organizado por países, también hay un espacio dedicado a explicar a los más pequeños cómo era el mundo feudal. Incluso encontramos en este website una parte destinada a la compraventa de este tipo de construcciones. Con respecto a esto último, algo similar hay en http://www.espit.com/europimmo/e/chateaux.htm , aunque esté restringido a Francia. Otra dirección general tenemos en http://www.castlesontheweb.com Para castillos de España, es apropiado visitar http://rococo.ele.cie.uva.es/ismael/castillo.html Y de Gran Bretaña, http://www.castles-of-britain.com Pero ya que empezamos a hablar en esta nota de Alemania, volemos allí mediante Internet.
Hay información sobre Neuschwanstein y otros castillos alemanes en http://www.mediaspec.com/castles/index.html y www.germancastles.com Este, además, tiene enlaces a castillos donde poder alojarse y viajar al pasado durante toda una noche.
Manuel H. Castrillón