Las tierras de dioses y héroes invitan a bucear por la mitología en el Mediterráneo
ATENAS (El País, de Madrid).- En el mar Jónico y el Egeo, el Mediterráneo está salpicado por las islas griegas. Casi dos millones de personas viven en ellas, y el turismo ha transformado sus modos de vida tradicionales. Cuna de la mitología griega, donde reinaban dioses como Zeus; escenario de las hazañas de héroes como Hércules y de seres magníficos como los cíclopes o titanes, las islas griegas representan un punto de referencia en la cultura clásica. Creta, la más grande de todas ellas; Corfú, la mayor de las islas Jónicas; Mykonos, en las Cícladas, o Rodas, en el llamado Dodecaneso, son algunas de las más conocidas. Pero también hay otras donde reina la calma.
SKOPELOS
Las fechorías más sonoras de los dioses, los gestos de bronce y las palabras de mármol sucedieron en otros parajes. En Skópelos todavía se puede ver a los inmortales en chancletas, colgando unos pulpos a secar, aliñando unas olivas o aderezando una mousaka a la sombra de una higuera. Todo es calma y azul en las Espóradas. Islas minerales, que hasta las tejas tienen de piedra y no de barro. Flotan al norte del Egeo cubiertas de pinos fragantes, olivos y acebuches, almendros, ciruelos o adelfas.
Skópelos es la isla más grande del archipiélago. Dicen que su rey o fundador fue un tal Stáfilos, un dios menor (o semidiós) hijo de Dionisios y Ariadna. Los tesoros de su tumba, hallados al sur de la isla, fueron acarreados al museo de Volos, en tierra firme. Skópelos es también la más seductora. Peldaños de laja oscura, carne de cal cegadora, y embozadas entre las ristras de casas no menos de trescientas iglesias y capillas diminutas.
Era inevitable que Skópelos cayera en las redes del turismo. Demasiado bonita. A los viejos pescadores les conviene más acercarse al ferry cuando desembucha a un montón de curiosos, y ofrecer a buen precio sus viviendas. O alquilar sus barcas -caiques- para llevarlos a las playas y la cueva de Stáfilos.
MYKONOS
Seguramente es la más cosmopolita de las islas griegas, pero también la más cara para visitar de las Cícladas. Famosa por su ambiente liberal, se convirtió a finales de los años 60 en la meca del turismo gay y del jet-set europeo. Y aunque ha perdido algo de aquel espíritu por la masificación, queda mucho del glamour que convirtió el lugar en un hito. Lo más importante, una geografía preciosa que brinda infinitas posibilidades.
Lo primero que llama la atención al bajar del ferry es la ausencia de grandes complejos hoteleros. Las casas, de dos pisos como máximo, están bañadas en la uniforme capa de pintura blanca que cubre toda la arquitectura de las Cícladas. No tardará en perderse por la ciudad de Mykonos, cuyas calles curvilíneas fueron diseñadas en el siglo XVI para confundir a los piratas, y que ahora hacen lo propio con los turistas.
Después de una foto obligada con el pelícano Petrus, la mascota local, toca visitar los bares de la llamada Pequeña Venecia para contemplar una puesta de sol o para bailar los últimos éxitos. Los mismos que se escuchan en la playa Super Paradise, que se convierte todos los días en escenario de improvisadas raves. El que busca más tranquilidad encuentra en Mykonos multitud de rincones escondidos en los que uno puede perderse a sus anchas.
SIKINOS
La vida es amable en esta pequeña y remota isla, situada entre las más grandes Ios y Milos, con una población fija de 300 personas y casi 1000 en verano. Sólo un núcleo urbano, Hora Kastro, repleto de casas blanquedas entre las que hay que buscar la sombra, aglutina este paraje que, pese a haber sido ocupado a lo largo de la historia por media docena de ejércitos invasores, sigue ofreciéndose al visitante casi como hace 3000 años. Ahora, su único puerto, Alopronia o Skalas, recibe a los turistas. Son quienes rehúyen el frenesí de los lugares clásicos de veraneo como Mykonos, Santorini o Naxos, y apuestan por sus playas y una naturaleza salvaje. Ni alojamiento hay que buscar, porque los dueños de las casas se van hacia el puerto para ofrecer cobijo.
Por la mañana, el plan es disfrutar del agua o bien saciar la curiosidad cultural, visitando dos puntos arqueológicos: las ruinas romanas del templo-tumba de Episkopí y Paleokastro, que conserva restos de una antigua fortaleza. En cuanto a las playas, las más hermosas y tranquilas son Ayios Yeoryios, Ayios Nikólaos y Ayios Pandelímonas, la más cercana al puerto, que cuenta con un impresionante paisaje de piedras.
KOUFONISI
Justo debajo de Naxos (una de las mayores de las Cícladas) hay un grupo de cinco pequeñas islas apenas conocidas: las dos Koufonísi, Ano y Kato (alta y baja), separadas por apenas 200 metros de mar; Skhinoussa, Iraklia y Dhonoussa. De las cinco, la más poblada es Ano Koufonísi, y dicen los entendidos que posee las playas más bellas de todo el mapa de islas griegas. Sus 3,5 km2 empezaron a descubrirse en los años 80 por el turismo. Para evitar la masificación de este lugar de 300 habitantes, se han tomado precauciones: no hay carreteras y no se puede desembarcar con coche. El paseo en busca de playas es toda una delicia.
LESBOS
El extranjero que llega a Mitilene o a cualquier otro puerto de Lesbos, no tarda en descubrir que está en la isla de Safo. Su nombre bautiza tabernas, pensiones, agencias de viaje, tiendas de souvenirs e incluso burros, esos burros que se engalanan en las fiestas con flores y cintas. De la gran poeta del siglo VI a.C. encontraremos poco más que su nombre, aunque las lesbianas del mundo sigan peregrinando a Skala Eressos, la playa que, según cuentan, la vio nacer. Pero tanto allí como en los otros 368 kilómetros de costa hay sitio para todos.
Por tamaño, Lesbos es la tercera isla de Grecia, un triángulo verde y montañoso, separado de Turquía por un estrecho canal y hendido al Sur por dos profundos golfos. El mayor, Kolonis, es casi un mar interior, donde se pescan sardinas. La isla está llena de senderos bien señalizados, que discurren entre olivares y huertos. Mitilene, la capital, es una mezcla de edificios nuevos y antiguas mansiones señoriales, sitiadas por un tráfico caótico que sólo se calma al mediodía.
SKIROS
Skiros, una de las Espóradas pequeñas, parece dividida en dos mitades contrapuestas: la del Sur se muestra rocosa, con matorral escaso y sin vida, mientras que la del Norte está cubierta de bosques de pinos, olivos e higueras. Dicen que la isla se formó al juntarse estos dos promontorios. También cuentan que por ella pasaron Ulises y Teseo. Pero lo cierto es que Skiros no es la típica isla griega de edificios blancos y portadas azules. Aquí las casas son más bien oscuras, y a través de las ventanas abiertas se divisan cocinas con chimenea, cazuelas de cerámica y pucheros de latón colgados en las paredes.
La capital de Skiros cuelga por las dos laderas de un monte, y las calles empedradas y cuestas se convierten durante las noches de agosto en un hervidero de gente, casi sólo griegos. Un ambiente auténtico, gracias a que los 210 km2 de esta isla se mantienen al margen de los habituales circuitos turísticos. El pueblo está protegido por un castillo medieval y cuenta con un monasterio bizantino.
Las playas de Kalamitsa, Linaria, Pefkos, Magazia, Atsitsa, se pueden recorrer en motorino, vehículo de dos ruedas monoplaza que alquilan en el pueblo. Desde Kalamitsa, una excursión en barcaza permite bordear la mitad sur y navegar entre cantiles calizos que caen a plomo sobre el mar, para acceder a una cala virgen.
Datos útiles
Cómo llegar
En avión US$900
Hasta Atenas, de ida y vuelta, con tasas e impuestos.
A las islas
En avión US$60-100
Desde Atenas, hasta Skópelos, Skiros, Alesbos y Mykonos. El viaje es de ida y vuelta.
En transbordador US$4-9
Desde el puerto de Atenas hasta Síkinos, Koufonísi.
Alojamiento
Skópelos US$65-140. Skiros US$35-50. Síkinos US$15-40. Koufonísi US$20-30. Lesbos US$30-55. Mykonos US$45-100. Los precios son por habitación doble.
Gastronomía
Se recomiendan los pescados locales y mariscos. Yogur griego o pastelillos de miel y frutos secos. Una opción muy interesante es comer en las tabernas a base de mezedes, el equivalente griego de las tapas o aperitivos. Una comida cuesta entre 5 y 15 dólares.
Más información
Embajada de Grecia, Avda. Roque Sáenz Peña 547, 4º piso (4342-4958/0528). Atención de lunes a viernes, de 10 a 13.
En Internet
http://www.greecetravel.com
http://www.gnto.gr
http://www.skopelosweb.gr
http://www.skyrosnet.gr