La Internet 2.0 trajo una verdadera revolución al mercado del turismo. De la mano de las redes sociales y sus nuevas herramientas (Facebook, Twitter, YouTube, MySpace...), en pocos años viajeros de todo el mundo pasaron de usar la Web sólo para conocer detalles de un destino o hacer compras y reservas a interactuar con otros viajeros intercambiando valiosa información de campo, y hasta conectarse con locales para dar y recibir alojamiento gratuito en casas particulares.
Con tantas posibilidades y alternativas, hoy los viajeros no se conforman sólo con datos oficiales, prefieren conocer las opiniones de sus pares antes de tomar una decisión.
Todo esto llevó a que también los operadores y hasta los organismos oficiales comenzaran a hacer uso de estas herramientas, que les permiten llegar a un público completamente heterodoxo y que se cuenta por millones en los lugares más disímiles del planeta.
El segmento del turismo encontró otra buena forma de posicionarse a través de sitios específicos. De ahí que muchos sites que comenzaron como meros buscadores de ofertas, con el tiempo, y gracias a herramientas asociadas, se convirtieron en canales de intercambio de información al permitir no sólo comparar tarifas, sino calificar servicios y alojamientos. Tripadvisor, Travelocity, Skyscanner, Directroom y Booking.com figuran entre las más consultadas.
Además de éstas se está avanzando mucho en el desarrollo de redes sociales específicamente dedicadas al turismo, como Viajaris, Tripsay, Our Explorer y otras, en las que se ofrece información segmentada sobre destinos y viajeros, con datos, opiniones, fotos, videos, curiosidades.
Más allá de la información están las redes que permiten acceder a alojamiento gratis en todo el mundo, mediante una membresía virtual. Couchsurfing u Hospitality Club son claros ejemplos que suman cada día más adeptos.