Seis horas de seguirle el tren a Maradona

-Ser agradable y respetuoso con la gente que trabaja para que yo la pase bien.

-Depende de la suegra.

-¿Sos de traer regalos de las vacaciones ?

-Me gusta agasajar a los que me esperan y están a mi lado cuando abro la valija.

-Sí, las famosas cucharitas con escudos. Tengo un montón.

-Si bien las razones no fueron turísticas, se trata de un viaje en tren a Mar del Plata. Fueron seis horas compartidas con Diego Maradona, en el marco de la anticumbre que se gestó en oposición a la globalización, al Area de Libre Comercio de las Américas y las políticas de Washington. Fue un viaje nocturno muy emocionante, en cada pueblo había gente con banderas argentinas para saludar a Diego. Aunque también viajaban Evo Morales, Emir Kusturica y varias personalidades más. Maradona fue muy generoso con el equipo de CQC y pudimos acompañarlo en un vagón VIP.

-Viajé a Miami en avión, luego a Orlando en auto y cuando finalmente llegué a Magic Kingdom no sólo no pude cruzarme al Ratón Mickey en todo el día, sino que descubrí que el famoso castillo de Disney no es tal, es apenas un lugar de paso con una profundidad no mayor a los 20 metros. Eso me dejó helado, ¡ja!

-Una pareja de argentinos que me dio mucha vergüenza. En Venezuela, cuando nos subíamos a uno de los transfers se jactaban de haber robado las toallas del hotel. Un papelón.

-¿Qué deberían tener los hoteles 5 estrellas para ganarse una estrella más?

-Si viajás solo, la posibilidad de conocer allí a la chica de tus sueños. Si viajas con tu chica, ¡que no esté la chica de tus sueños!

-Obvio, siempre Pelado.

"Con veintipocos años y mi novia de entonces juntamos peso por peso durante todo un año para conocer el sur de Brasil. Al llegar a Florianópolis nos sorprendió la lluvia y decidimos alojarnos en un hotel céntrico hasta que amainara. Tuvimos tanta mala suerte que llovió 10 días seguidos. El décimo día alquilamos un autito para salir a recorrer las playas. Al regresar notamos que habíamos olvidado cerrar el candado de la valija donde guardábamos el dinero y toda nuestra plata había desaparecido, llevando consigo el esfuerzo de un año entero (sobre todo mi esfuerzo, dado que, a diferencia de mi novia, no contaba con un papá adinerado).

Hablé con las encargadas de la limpieza, pero no logré conmoverlas; intenté con otros empleados del hotel y tampoco tuve suerte; me presenté en la recepción para reclamar el 50% del dinero desaparecido, pero las personas que hasta el día anterior manejaban el portuñol, de repente hablaban portugués cerrado.

"Fui a la comisaría y conseguí que dos policías de civil al mejor estilo División Miami me acompañaran al hotel. Gracias al Don Johnson y al Philip Michael Thomas brasileños conseguimos hospedaje y comida hasta que llegó el giro de dinero desde Buenos Aires. Una vez que obtuvimos el giro nos trasladamos hacia Canasvieiras, donde pasamos otros 14 días de lluvia, que costaron el doble. En Buenos Aires, el adinerado papá de mi novia tuvo un gesto muy noble y sólo reclamó el 50% del giro, es decir, mi parte."