Es cardióloga y revela el mejor momento para comer a la mañana: “Romper el ayuno”
Una especialista de EE.UU. enfocada en el cuidado del corazón ofreció algunos ejemplos de comidas saludables para comenzar la rutina diaria; lo que se debe hacer durante el almuerzo y la cena
LA NACION
Una investigación publicada en diciembre del año pasado determinó que realizar la primera o la última comida tardía se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. La conclusión a la que llegaron los especialistas coincide con lo que reveló una cardióloga, que explicó cuál es el momento ideal para desayunar y consumir los primeros alimentos saludables de la mañana.
Mary Elizabeth Anne Branch estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Case Western Reserve en Cleveland y tiene experiencia en cardio oncología. La especialista explicó para Parade que ella rompe el ayuno todos los días a las 7.45 hs, justo antes de comenzar sus actividades. “Me ayuda a iniciar mi ritmo circadiano del día”, que se refiere a los cambios físicos, mentales y de comportamiento que experimenta un organismo durante un ciclo de 24 horas.
“Una comida antes de trabajar puede ayudar con la eficiencia y la productividad. Tu cerebro necesita energía para funcionar bien”, expresó. Sin embargo, detalló que comer demasiado pronto por las mañanas no representa un problema. “Todo depende de tu rutina. Si trabajas a las 6 de la mañana, comer temprano está bien”, añadió.
¿Qué desayunar para cuidar la salud del corazón?
Branch puso como ejemplo de un desayuno saludable lo que ella prepara. En su caso, le encanta la avena con un poco de proteína para el desayuno, ya que es rápida, fácil y deliciosa. “Lo ideal es un desayuno con proteínas y menos grasas”, precisó.
Otra idea que dio fue consumir claras de huevo revueltas con un poco de tocino de pavo o jamón y acompañar con pan integral o un muffin inglés con aguacate o palta.
De acuerdo con el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de EE.UU. (Nhlbi, por sus siglas en inglés), estos alimentos son la base de un plan de alimentación para cuidar la salud cardíaca.
- Verduras: de hojas verdes (espinacas, col rizada, col rizada, repollo), brócoli y zanahorias.
- Frutas: como manzanas, plátanos, naranjas, peras, uvas y ciruelas pasas.
- Granos integrales: como avena natural, arroz integral y pan o tortillas integrales.
- Productos lácteos sin grasa o bajos en grasa: como leche, queso o yogur.
- Alimentos ricos en proteínas: como salmón, atún y trucha; carnes magras; huevos; nueces, semillas y productos de soja (tofu) y legumbres (frijoles, lentejas, garbanzos, guisantes de carita y habas).
La cardióloga también advirtió: “Trate de reducir su nivel de azúcar. Limitar la mantequilla y evitar el alcohol”. Lo anterior coincide con las recomendaciones del Nhlbi, que señalan que “un plan de alimentación saludable para el corazón limita el sodio (sal), las grasas saturadas, los azúcares añadidos y el alcohol”.
Branch añadió que no solo se trata de la hora del desayuno, ya que intenta comer de forma nutritiva durante el resto del día. “Para el almuerzo, como algo así como una ensalada de frijoles o salmón”, comentó. Para la merienda puede incluir alimentos como el atún y quinoa, una manzana o un pequeño trozo de queso. Finalmente, en la cena incluye verduras y salmón.
Sin embargo, reveló que a veces incluso un cardiólogo no sigue las recomendaciones de alimentación saludable. “No soy perfecta. A veces pido una ensalada calórica, espaguetis, queso asado o tostadas francesas. Permito algunos errores, siempre y cuando no sea un hábito”.
Comer temprano podría reducir el riesgo cardiovascular, revela un estudio
Un estudio elaborado por científicos del el Instituto Nacional para la Investigación Agronómica de Francia, el Instituto de Salud Global de Barcelona y la Université Sorbonne Paris Nord, en una muestra de más de 100 mil personas entre 2009 y 2022, arrojó que la hora de comer podría influir en el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
La investigación, publicada en Nature Communications, sugiere que realizar la primera o la última comida tardía se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. También que un ayuno nocturno más prolongado se relaciona con un riesgo reducido de accidentes cerebrovasculares y que el horario y el ritmo de las comidas diarias es vital para reducir la amenaza.
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